Tras el escándalo por los autos de alta gama, Kicillof decidió suspender la licitación

El flamante gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, no podría haber comenzado su gestión de la peor manera. Acorralado en una deuda provocada por el gobierno de María Eugenia Vidal a la que no puede responder, lanzó recientemente un ambicioso proyecto para la refacción de más de 600 escuelas bonaerenses.

El llamado “Plan de obras” fue un absoluto fracaso. Prácticamente la totalidad de los municipios grandes se negaron a firmar el acuerdo, incluso aquellos con intendentes del mismo palo político del joven economista. “Las obras son necesarias, pero el plan no asegura los fondos provinciales. Es decir, Kicillof lo anuncia como si él fuera el que lleva adelante todo, pero luego se va, no pone un peso y los municipios tienen la responsabilidad de financiar todo, cosa que es inviable”, explicó a REALPOLITIK uno de los referentes del Consejo Escolar platense.

Agobiado por una gestión que, hasta el momento, se caracteriza por una interminable serie de fracasos, el equipo del gobernador tuvo que hacerle frente a un vendaval de críticas en la Legislatura bonaerense cuando, luego de un artículo publicado por REALPOLITIK, la diputada radical Josefina Mendoza le apuntó por aprobar la compra de vehículos de alta gama por un total de 552 millones de pesos.

La primera respuesta de Kicillof fue justificar la compra asegurando que los pliegos fueron confeccionados por el gobierno anterior. La postura adoptada fue, como mínimo, irresponsable. Si bien es cierto que la licitación tiene fecha de creación en tiempos de Vidal, es el gobierno del actual gobernador el responsable de darle curso o suspender la compulsa. Y la decisión fue aprobarla.

Ante la multiplicación de los reclamos, entre ellos los de la propia Mendoza, quien aseguró que “en esa licitación se esconden 90 coches de alta gama que serán destinados para funcionarios. Evidentemente hicieron la gran ‘si pasa, pasa’, escondiendo entre las necesidades algún que otro lujito”, fue el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, el que anunció que todo el proceso de daba de baja.

“En el gobierno sobran autos. No tenemos pensado comprar ninguno”, aseguró Bianco con una sonrisa. Detrás de la misma se esconde la simiente de una nueva derrota, ésta tal vez de índole más dialéctica, para el joven gobernador. Otro proyecto, otra idea, que fracasa estrepitosamente. La gestión de Axel Kicillof, al menos hasta ahora, pareciera hacer agua por todos lados. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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