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7 de febrero de 2020 | Interior

La interna en plena ebullición

Misiones: La confrontación entre Lanziani y Rovira se convirtió en una lucha sin cuartel

La relación entre el hombre fuerte de la provincia, Carlos Rovira, y el secretario de Energía de la Nación, Sergio Lanziani, estalló hace tiempo. Más precisamente en medio de la campaña electoral, cuando Rovira -enemistado con Cristina y distanciado de Alberto-, dejó en libertad de acción a sus seguidores y armó una lista provincial propia...

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Disgustado por la decisión, Lanziani, que era secretario de Energía de Misiones por entonces y con excelentes relaciones con la dupla presidencial, convocó a varios intendentes y candidatos provinciales y apoyó la lista completa de Alberto y Cristina.

Rovira se pegó el porrazo. Doloroso, totalmente desacostumbrado para quien se consideró dueño de la provincia durante dos décadas. Lanziani consiguió sumar a 60 intendentes de los 76 que componían el espacio original, ganó con amplitud y dejó al señor feudal de la provincia en un vergonzante tercer lugar. Y si bien Rovira consiguió que alguien de su palo llegara a la gobernación, Oscar Herrera Aguad, desde entonces, no deja de crecer el número de intendentes y de referentes provinciales esperanzados en que Lanziani consiga desplazar definitivamente a Rovira, alzándose con la gobernación en 2023.

Rovira no aceptó que alguien le hiciera sombra y, a partir del nombramiento de Lanziani en la secretaría de Energía de la Nación, comenzó a ejercer una política de chantaje sobre los intendentes próximos a Lanziani. Obediente, Herrera Aguad no sólo les negó la asignación de partidas derivadas por el gobierno nacional, sino que les prohibió mantener contacto directo con las autoridades nacionales y hasta impidió que se acercaran a Daniel Arroyo cuando visitó la provincia mediante la acción de la policía, que fue provista de un listado de “indeseables” que no podían tener acceso al predio donde se concretó la ceremonia con el ministro de Desarrollo Social.

Las presiones y amenazas que reciben los intendentes misioneros tienen escasos antecedentes en democracia. Pero, lejos de amedrentar a Lanziani, este incrementó sus tratativas para conseguirle financiamiento nacional para obras en sus municipios a los 16 intendentes que lo respaldan e, incluso, mantuvo una reunión con Cristina Fernández, donde le ratificó su respaldo.

La relación entre el rovirismo y el gobierno nacional no es buena, y muchos recuerdan que, en tiempos del gobierno de Cristina, había sido directamente espantosa. Muy por el contrario, los entendimientos entre el caudillo provincial y Mauricio Macri marcharon sobre ruedas durante su gestión. La respuesta no tardó en llegar, y Herrera Aguad ignoró a Lanziani en su última visita a Buenos Aires, para reunirse directamente con Guillermo Nielsen para discutir la extensión de un gasoducto hacia toda la Mesopotamia, una decisión que corresponde al secretario de Energía y no al presidente de YPF.

Pero Lanziani sigue jugando a ganador y hace algunas horas se conoció su decisión de reclamarle a la provincia el pago de la deuda que mantiene con la distribuidora nacional de energía Cammesa, que asciende a más de 7.000 millones de pesos. Durante el gobierno de Mauricio Macri, Lanziani -por entonces secretario de Energía de la provincia- le ganó un juicio a la Nación por regalías de la represa Yacyretá. Gracias a ello, Cammesa debe descontarle a la provincia el 30 por ciento del monto de su consumo de energía de manera permanente, lo que asciende a unos 2.000 anuales en los valores actuales.

Sin embargo, el destino que se le da a ese dinero es un misterio, ya que, lejos de bajar las tarifas, en enero fueron incrementadas el 200 por ciento, no se cancela la deuda que se mantiene con Cammesa y el servicio es de pésima calidad, sujeto a interrupciones permanentes. Como consecuencia de los aumentos, 400 comercios debieron bajar las cortinas.

Pero, para empastar más el terreno, Herrera Aguad tomó la decisión de designar a Maximiliano Galli en la empresa provincial Marandú Comunicaciones. Galli había sido nombrado como secretario de Comunicaciones de Lanziani en Nación, pero renunció a las 48 horas denunciando públicamente "diferencias y enfrentamientos".

La provincia se encuentra en la actualidad en pleno estado de ebullición y nada autoriza a suponer que las aguas puedan calmarse. Por lo pronto, fuentes próximas a Lanziani dejaron trascender que no existe disposición de resignar un centavo de la deuda que la provincia mantiene con Cammesa. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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