La jurisprudencia que podría utilizar la defensa de los rugbiers para destrabar la causa

Si bien en el ámbito judicial se dice que no existe un caso igual a otro, hay algunos hechos que por sus características pueden ser comparados y se acercan bastante con pequeños bemoles que hacen al todo. Durante el 2010, en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aire,, un joven era asesinado por una patota y con sorprendentes similitudes con el caso de Villa Gesell.

José Darío Duarte, oriundo de Olavarría, había salido a divertirse en la noche mercedina en 2010, cuando en la discoteca Le Front se cruza y se acerca a unas chicas, junto a su amigo Enzo Matías Verna. Sin embargo, esa acción iba a ser el desencadenante del fin de su vida. Al parecer, las jóvenes eran cercanas a unos muchachos que estaban en el lugar, lo que ofuscó al grupo de chicos que a la salida del boliche emboscó a José y su compañero. Fueron entre diez y quince los adolescentes que participaron del hecho pero sólo se comprobó que los que le habían asestado golpes hasta dejarlo inconsciente fueron cuatro: Tomás e Ignacio Zunino, Agustín Cañellas y Andrés Gerdo.

Si bien la carátula inicial de la causa fue homicidio simple (de 8 a 25 años de prisión), la fiscal María Inés Carles no pudo encontrar las suficientes pruebas como para sostenerla y pasó a transformarse en un “homicidio en riña”, que propone una pena que va desde los 2 a los 6 años.

En ese marco, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 3 de Mercedes decidieron condenar sólo a quien había terminado con la vida de Duarte: Tomás Zunino, dejando absueltos a los demás involucrados. Cabe aclarar que los jóvenes acusados asistían a un exclusivo colegio de la ciudad de Mercedes, el San Patricio, y algunos detallan cierto vínculo familiar con el poder en cuestión, lo que lo hace aún más parecido al crimen de Fernando Báez.

Los magistrados actuantes Alejandro Caride, Ricardo Marfía y Pablo Morán, entendieron en su resolución una pequeña diferencia del hecho con el homicidio en riña, que determinó que la pena de cuatro años que debía llevar adelante Tomás Zunino sea más elevada que la mínima. El tribunal interpretó que el estado de indefensión en el que se encontraba Duarte, muy alcoholizado y en desventaja numérica, al ser atacado por entre 10 y 15 jóvenes, no permitía utilizar el concepto de riña. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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