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10 de febrero de 2020 | Municipales

Dinero oculto y corrupción

La Plata: El ex panadero Nelson Marino fraguó su DDJJ para ocultar millones en autos y propiedades

Las incongruencias entre lo que afirmó en su declaración jurada ante la secretaría Legal y Técnica y su vida real son alarmantes. El ex secretario de Gobierno municipal afirmó tener hasta 44 veces menos de lo que realmente posee. El meteórico ascenso de un panadero.

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La alarma se había disparado en el 2018, cuando los abogados del Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios (SATHA) se presentaron en los juzgados federales de La Plata para denunciar una escandalosa red de corrupción. Las pruebas que aportaron se sumaron a la causa que había iniciado el propietario de la empresa ExpoVíctor, que había denunciado una coima de 250 mil pesos.

En el marco de la investigación cayó primero Leonardo Adrián Sein, funcionario del área de Trata de Personas del ministerio de Justicia bonaerense, y Dardo Saavedra, un ex policía exonerado de la fuerza por causas que incluyen el delito de amenazas y el robo de automotores.

Saavedra, de frondoso prontuario, afirmó ante la Justicia que su rol era el de “facilitar favores” en diferentes gestiones ante la municipalidad de La Plata. ¿Quién era su jefe político? El por entonces secretario de Gobierno de la ciudad de las diagonales, Nelson Marino.

La noticia alarmó al actual concejal, quien junto a su mujer María Gabriela Guadarrama experimentaron un notable crecimiento patrimonial durante los últimos años y temían que salte a la luz. El incremento fue tan notable, que decidieron no incluirlo en sus declaraciones juradas para no levantar sospechas.

Por esta razón, las declaraciones juradas de Marino se transformaron en poco más que una historia de ficción que lo retrata como un funcionario humilde y abnegado al servicio de su comunidad. La realidad, no obstante, probó ser distinta.

A pesar de haber declarado tener dos autos, uno valuado en 432 mil pesos y otro en 225 mil, Marino tiene cuatro vehículos registrados a su nombre por un valor total entre ocho y diez veces superior al que declaró. Entre ellos, un Ford Focus 2.0 Se Plus automático del año 2016, actualmente valuado en 750 mil pesos, un Citroen C4 de 340 mil pesos, una Kia Sorento 2016 de 2.7 millones de pesos y una camioneta Peugeot Expert 2011 valuada en 700 mil. En total, Marino declaró dos vehículos por 657 mil pesos, pero en realidad tiene cuatro y suman 4.49 millones.

Si cuesta creer que un humilde panadero de Abasto haya logrado coleccionar en tiempo récord una flota de vehículos de casi 5 millones de pesos, sin dudas sorprenderá otras curiosas omisiones en su declaración jurada. Por ejemplo, Marino declaró ante la subsecretaría Legal y Técnica de la municipalidad de La Plata tener sólo un terreno, valuado en 497 mil pesos. Pareciera haber olvidado tener al menos una segunda propiedad, una lujosa finca residencial ubicada en la calle 208 de Abasto, valuada en 300 mil dólares. Es decir, unas 44 veces lo que declaró tener.


La casa de Marino, por dentro.

Fuentes cercanas al funcionario aseguraron que Marino tendría, además, dos lotes en el coqueto complejo de Haras del Sur, ubicado sobre la ruta 2 en Brandsen. Dado que aún no habrían sido escriturados y sólo contaría con un boleto de compra venta, también se habría “olvidado” de mencionarlos en su declaración jurada. A eso, habría que sumar una coqueta casa en Cariló que construyó en 2016, durante el primer año de gestión, y que le mereció muchas bromas internas por lo inexplicable de la adquisición.

Sus cuentas personales parecieran igualmente incongruentes. A pesar de ganar un jugoso salario de 72 mil pesos en la municipalidad platense, sus consumos de tarjeta superan los 100 mil pesos mensuales en promedio y mantiene una deuda de 84 mil pesos con ARBA y fue dado de baja por la AFIP.

Los números de su esposa, María Gabriela Guararrama son igualmente desprolijos. Los contactos de su marido le valieron un jugoso empleo en la Cámara de Diputados, donde cobra unos 86.791 pesos mensuales.

Ajena a su pasado como esposa de un comerciante de Abasto, se pasea en un Kía Río valuado en 1.3 millones de pesos. En octubre de 2018 creó la sociedad Espumas Gada Flez S.A., que a pesar de que aún se encuentra en formación, ya estaría comercializando sus productos en Mercado Libre a través de diferentes subsidiarias apostadas en el resto del país. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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