Crece la preocupación por los festejos de los UPD y el consumo de alcohol en jóvenes

Este tipo de festejos se viene registrando año tras año y, según la Defensoría, trae aparejado el consumo de alcohol en exceso. “El ritual tiene que ver con el último primer día, o UPD”, explicó Walter Martello, defensor del Pueblo Adjunto, sobre el festejo adolescente que se da al inicio de clases en el año final de cursada escolar. “Se generan distintos tipos de inconvenientes en establecimientos educativos y en la vía pública al realizarse esta modalidad de ingerir alcohol durante toda la madrugada y después ir a clases en esas condiciones”, criticó.

“Esto se da en el marco de una cuestión vinculada al consumo problemático de alcohol, que en la Argentina viene teniendo un cierto incremento”, sentenció. Según un relevamiento realizado por el espacio, Argentina es el primer país de América Latina que más alcohol consume per cápita, muy vinculado con el consumo específicamente de los jóvenes, sobre todo en aquellos de temprana edad: “La edad de inicio de consumo problemático en muchos casos va desde los 12 años”, indicó.

Debido a la cantidad de denuncias que se registran por los incidentes generados a partir de estas prácticas, que mayormente se desarrollan en las inmediaciones de las instituciones educativas, el ritual del último primer día es un fenómeno en crecimiento que pone el foco en los adolescentes y en sus encargados. “Los jóvenes van tratando de generar situaciones para originar hábitos de consumo, que después como padres hay que charlar. No es una situación festiva que no tiene ninguna consecuencia, sino que muchas veces tiene distintos tipos de efectos que se ven lo largo del desarrollo de sus vidas”, manifestó Martello.

Además, expresó que durante los años anteriores se realizaron talleres relacionados con el alcohol y jóvenes en escuelas de La Plata, Berisso y el conurbano. “Tratamos de darles a los docentes herramientas para que entiendan que es un problema de emergencia, que hay que trabajarlo en comunidad y vincularlo a la escuela con los padres, para entre todos tratar de encontrar un discurso que rompa con esta cuestión cultural”, comentó.

De todas formas, aseguró que la intención no es suprimir este día, sino “transitarlo de otra manera, llevar a cabo el festejo pero que éste no derive en situaciones no deseadas”.  Finalmente, Walter Martello subrayó la necesidad de que los padres deben controlar este tipo de actitudes, proponiendo que los hogares familiares sean el espacio donde se desarrollen los festejos. “Si uno suma la situación de consumo excesivo de alcohol a que los chicos estén en la calle, el problema se masifica. Estamos muy lejos de prohibir este tipo de festejos, pero entendemos que deben desarrollarse en el marco de lo razonable”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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