Iván Camaño, el ministro que no fue y continúa su camino como fenómeno popular

A la hora de la designación de ministros del gobierno actual, Camaño sonaba muy fuerte como candidato a conducir la cartera de Cultura. Sin embargo, el dedo de Cristina Fernández de Kirchner se inclinó por Tristán Bauer. Se trataba de elegir entre dos concepciones de la cultura: grandes inversiones limitadas a unos pocos o una política de inclusión y estímulo para una amplia franja de compatriotas que encuentran en las diversas expresiones culturales su forma natural de expresión y de participación.

Pero Iván Camaño no se rindió y decidió llevar adelante, por su cuenta, los proyectos que había imaginado para el ministerio de Cultura y creó una fundación, llamada Misión-Ar, para darles cauce. Rápidamente consiguió respaldos aquí y en el exterior para llevar adelante su obra. Su 55 por ciento de imagen positiva según las encuestas y sus 21 puntos de intención de voto en el interior allanaron el camino para su respaldo.

Camaño no ha renunciado a su proyecto político social. Sólo intenta canalizarlo desde otro lugar.  El próximo miércoles 18 de marzo a las 18.00, en el teatro Opera de Buenos Aires, Iván Camaño lanzará simultáneamente un libro y la nueva fundación. La obra, titulada “El Moncho” –tal es su apodo- recorre su vida y su lucha, las vicisitudes que debió afrontar y cómo se fue forjando su carisma, su aprendizaje en la lucha cotidiana y su propuesta de promoción del desarrollo integral de los pueblos de Argentina.

“El Moncho” recorrió los lugares más recónditos del país. En su compañía fue creciendo el Padre Pepe, otro luchador incansable por los derechos de los más humildes. Llaman la atención su carisma y la multiplicación de los clubes de Fans en todo el país, y también en la provincia de Buenos Aires, con epicentro en La Matanza.

Respaldado por sindicatos, comunidades confesionales y empresarios, Camaño expresa el peronismo plebeyo, de los de abajo. De ahí su ruptura con las agrupaciones militantes y con el progresismo en general.

Entre los objetivos más destacados de Misión-Ar se cuentan la realización de un abordaje territorial del interior profundo y de un relevamiento real de las situaciones, la proyección de objetivos y metas a partir de los resultados de esos estudios de campo y su proyección en un horizonte de veinte años, excluir las diferencias políticas o ideológicas para privilegiar el desarrollo social y la integración, y la reconstrucción de las identidades comunitarias frente al individualismo exacerbado.

Camaño quedó fuera del ministerio, pero siguió dando la lucha cotidiana que afrontamos todos los argentinos que no disfrutan de la varita mágica que proveen la política o la riqueza. Sin dudas, un ejemplo a imitar. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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