El coronavirus, los créditos y la desmentida del FMI

Grandes subsidios para las actividades económicas más afectadas y el cierre de Wall Street durante la mayor parte de la semana fueron algunas de las medidas más destacadas que se implementaron en los EEUU. A lo largo de Europa Occidental también se impusieron acciones de compensación y de protección. En los países más comprometidos con sus finanzas, el combate contra la pandemia resulta más complicado, ya que los fondos escasean y la capacidad de implementar medidas que puedan ser acatadas por sociedades desorganizadas es mucho más limitada.

En el caso de la Argentina, las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y de la Secretaría de Asuntos Estratégicos cerraron un acuerdo con el Banco Mundial para la provisión de un crédito de 1.700 millones de pesos, para destinarlos a financiar procesos de diagnóstico y fortalecer las áreas de salud a lo largo del territorio nacional.

Así como el Banco Mundial abrió sus arcas para destinarlas a la lucha contra la pandemia que afecta a buena parte del planeta, también el FMI hizo el anuncio de que abrirá una línea de créditos con una finalidad similar, por un total de 50.000 millones de dólares.

A poco de conocerse la novedad, los rumores sobre una solicitud de nuestro país para obtener dólares físicos se instalaron en los mercados internacionales. Incluso algunos –con muy mala fe- aseguraban que la Argentina pretendía engrosar de este modo sus tenencias de divisas para afrontar la negociación con los acreedores privados externos. Esos rumores tomaron tal magnitud, que obligaron a Gerry Rice, vocero de la entidad, a salir taxativamente a desmentirlos, en una movida poco habitual para el Fondo. Claro está, después de la experiencia de Christine Lagarde como financista de la campaña presidencial de Mauricio Macri y la declaración reciente de la institución alentando a los acreedores a bajar sus pretensiones sobre el cobro de sus acreencias, la relación entre el FMI y nuestro país genera sospechas en los mercados.

Por esta razón, Rice declaró en conferencia de prensa: “Les puedo decir que las autoridades argentinas no mantuvieron contacto con nosotros para solicitar un préstamo". El vocero del FMI aprovechó la ronda para subrayar que se mantiene “muy activo” el compromiso del Fondo con la grave situación que afronta el Estado argentino y que continúan desarrollándose diálogos muy “constructivos” entre las partes.

"Esta enfermedad tendrá un significativo impacto en la economía global y la Argentina, como otros países, no es inmune a esto. El impacto en el país, así como en otros, depende de la propagación de la enfermedad y de la respuesta que se dé”, admitió.

Pero, al menos por ahora, los dólares del FMI parecen estar muy lejos de retornar a nuestro país. Tampoco en las esferas del gobierno ha vuelto a mencionarse la alternativa de recurrir a China ni a Rusia para obtener financiamientos alternativos a los que provienen de occidente, en consonancia con el alineamiento político internacional que ha adoptado el gobierno de Alberto Fernández a partir de su viaje a Israel.

Así las cosas, para afrontar su laberinto financiero, la Argentina deberá valerse por sí sola. Al menos por ahora. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS