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22 de marzo de 2020 | Municipales

La Plata, Berisso y Ensenada

Teoría que explica la letalidad del coronavirus en Italia genera preocupación en la región capital

Al día de hoy, aún no se ha establecido fehacientemente la enorme diferencia entre la cantidad de infectados muertos en Italia y en el resto de los países del mundo.

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La teoría que se asentó en las primeras semanas fue la que señala a la demografía italiana como la culpable de lo que ya es una verdadera masacre. El país tiene una población mayormente anciana, que casualmente son aquellos que tienen las defensas más débiles y, por ende, a quienes el COVID-19 afecta con mayor severidad. No obstante ello, Alemania y Japón tienen una demografía similar y, sin embargo, no se han visto afectados de la misma manera. Por alguna razón, los ancianos italianos mueren con más frecuencia que los ancianos de otros países.

Una nueva teoría publicada recientemente asegura que las causas de tal mortandad pueden resultar de índole ambiental. Los muertos se centran en las zonas más productivas de Lombardía y Véneto. Incluso en sitios donde el sistema de salud es peor, como bajo los Apeninos y más allá de los Alpes, la gente muere menos que en las dos zonas más afectadas.

Un análisis pormenorizado de la región, incluso un mapeo general de toda Europa, muestra que la totalidad del Valle del Po (donde se encuentran Lombardía y Véneto) tiene los niveles más altos de PM10 de todo el territorio europeo. Las PM10 son partículas de polvo, cenizas y hollín dispersas en la atmósfera, afectando silenciosa pero severamente el sistema respiratorio de los habitantes. Sencillamente, cuanto mayor es la exposición a PM10, mayor es la probabilidad de que el sistema respiratorio esté debilitado y predispuesto a tener complicaciones dadas por el coronavirus.

Estas nuevas conclusiones provocaron estupor entre los vecinos de la región capital que incluye a La Plata, Berisso y Ensenada. Es que, a pesar de la cuarentena impuesta por el presidente Alberto Fernández, la empresa COPETRO, que produce carbón de petróleo calcinado, continúa sus actividades. Las mismas, acorde a una denuncia presentada recientemente por vecinos de la zona, propagan un material contaminante muy similar al del norte de Italia, especialmente lloviznas de carbón de coque.


Las partículas de hollín que desprende la empresa COPETRO.

Los nulos cuestionamientos del municipio de Ensenada a COPETRO marcan una oscura contradicción en la gestión de Secco.

SUSPICACIAS

La secuencia en la que ocurrieron los hechos en Ensenada dejó al desnudo un presunto y polémico entramado. La comuna que conduce Secco se constituyó en la quinta ciudad más contaminada del país. Gran parte de la responsabilidad de ello la tiene la actividad de COPETRO y de la petroquímica YPF.


Otro medio italiano titula: "Se fortaleció la hipótesis de una correlación entre Covid-19 y PM10".

Curiosamente, en los últimos días de diciembre pasado, COPETRO le donó la increíble suma de 20 millones de pesos al municipio ensenadense, en un aparente "intercambio" de dinero y silencio que se habría repetido a lo largo de los cinco mandatos que Secco lleva como jefe comunal.

Poco semanas después, Secco anunció con bombos y platillos que inauguraría una clínica en un hotel expropiado al Sindicato Unido de Petroleros e Hidrocarburiferos (SUPeH) "con la misión de atender pacientes de coronavirus". La pregunta inmediata giró en torno a la necesidad de la gestión local de inaugurar un hospital en una gran región en la que, incluso hasta el día de hoy, no se ha confirmado ni un solo caso de coronavirus. Por ese motivo, ahora la pregunta es si el intendente de Ensenada, o sus allegados de COPETRO, tienen información sobre esta teoría que vincula la letalidad del virus en una ciudad extremadamente contaminada como la que gobierna. 


Durante la tarde del sábado, el hijo de Mario Secco y sus amigos se reunieron a comer asado mientras ponen en condiciones el hospital.

Finalmente, en otra nota paradójica, los vecinos advirtieron que las líneas telefónicas del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que hoy preside Juan Brardinelli, parecieran desiertas. Insólitamente, mientras que la empresa que contamina no se detiene, el organismo que debiera controlarla sí.  (www.REALPOLITIK.com.ar)


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