Cuarentena: Enojado con Alberto, Kicillof se negó a participar de la conferencia

El gobierno se quebró en dos durante las últimas 48 horas. Por un lado, los que sostienen que la cuarentena debe mantenerse y, por el otro, los que avalan la validez del aislamiento pero, sencillamente, ya no pueden aguantar el embate económico que significa.

El que lidera el equipo pro-cuarentena no es Alberto Fernández, sino el gabinete de expertos, formados por médicos de holgada trayectoria nacional e internacional. Acorde a la opinión de estos, la cuarentena va para largo, incluso en el actual escenario en el que el presidente decidió estirarla sólo quince días más. “Vamos a largar las decisiones en cuotas. No podemos decirle a la gente ahora que nos vamos a estirar hasta el 30 de abril, porque podemos tener un desastre en las calles”.

Del otro lado se encuentra un grupo de intendentes bonaerenses encabezados por el propio gobernador Axel Kicillof. Los números del equipo económico del ex ministro de Economía de la Nación son tajantes. La provincia no puede aguantar tantos días parada. Los problemas que debe atender son tantos que enumerarlos requeriría un artículo periodístico aparte. Monotributistas de clase C en adelante que no cobrarán nada en abril y que, además, quedaron afuera de las medidas de auxilio del gobierno nacional, cuentapropistas, changarines que viven del día a día y ahora deberán hacer cola para obtener –si tienen suerte- un bolsón de comida en alguna esquina olvidada, bares y restaurantes que arrastrarán un mes entero con facturación cero, pero que igual deberán pagar sueldos y alquileres, y más de cien mil Pymes que esperaban un anuncio impositivo que no llegó y que quedaron al borde mismo del precipicio. El resultado de estirar una recesión tan profunda por quince días más es simplemente inimaginable para Kicillof.

El que, sorpresivamente, le dio una mano al gobernador bonaerense fue el propio ministro de Salud nacional, Ginés González García, que en medio de una conferencia y rodeado del equipo de expertos, aseguró que “por estadística, la gripe es mucho peor que el coronavirus. La gripe tuvo muchos más decesos, y eso que hay vacunas. Y nadie por eso hizo un conteo diario de la cantidad de muertos”, aseguró.

Los intendentes ya le elevaron sus pedidos a Kicillof. La ayuda no da abasto y temen problemas peores en los próximos días, cuando muchos trabajadores confirmen que no tendrán los ingresos de abril. En La Plata se contuvo una asamblea de 190 familias que se prestaban a salir a la calle bajo la consiga “abastecernos de alimentos a como dé lugar”. Lo mismo sucedió en Quilmes, Lanús, Florencio Varela y La Matanza. “La gente se está quedando sin recursos. No es sólo alimento lo que necesita, sino que además tiene que vivir, comprarse cosas del día a día, materiales para continuar con sus trabajos y están cayendo en la cuenta de que no van a tener nada. A los de clase trabajadora los mandamos a la clase baja, y a los que ya estaban ahí los mandamos al inframundo”, explicó a REALPOLITIK un reconocido funcionario de la provincia de Buenos Aires.

Minutos antes de que Alberto Fernández lance el anuncio de la prórroga de la cuarentena hasta el 13 de abril a las 00.00, el gobernador bonaerense se encontraba en Olivos reunido con el presidente, haciendo los últimos esfuerzos para buscar una solución a los problemas que enfrenta. No la encontró. Envalentonado por la mejora en las encuestas y una curva de contagios que, por el momento, parece controlada, el presidente le dijo que los empresarios se las tendrán que arreglar de algún modo. Enojado, Kicillof se subió a su helicóptero y no se quedó al anuncio de las medidas.

Lo de anoche fue toda una señal de lo que se viene en las próximas dos semanas. La provincia de Buenos Aires vivirá lo que posiblemente sean los quince días más difíciles de su historia, y quedó claro que el presidente Alberto Fernández lo sabe y no hará nada para ayudarla. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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