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5 de abril de 2020 | Nacionales

A pedido del comercio argentino

El 13 de abril se reiniciaría “gradualmente” la actividad económica

El COVID-19 afecta a todo el mundo. Sus consecuencias están a la vista de todos, algunos países tuvieron más éxito que otros en conseguir el achatamiento de la curva, pero la vida debe seguir su marcha y las consecuencias del parate económico amenazan con ser aún mucho peores que la pandemia.

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por:
Alberto Lettieri

"Apoyamos al gobierno, pero no aguantamos más". Así de sencilla fue la afirmación de los dirigentes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) que estuvieron reunidos durante más de dos horas con Alberto Fernández. Los voceros del sector comercio y servicios le aclararon al presidente que no estaban en su contra, pero que su situación resultaba insostenible.

El encuentro fue cordial y allí los dirigentes expresaron que "es una locura, porque no perjudican sólo al jubilado, sino que el empresario se choca con bancos que no le están recibiendo los depósitos y siguen con las cuentas en descubierto". "Volvieron los cheques voladores. La cadena de pagos está literalmente quebrada y, para peor, el día en que concluye la nueva etapa de restricciones coincide con la fecha de pago de las tarjetas de crédito, según la disposición oficial", afirmó uno de los participantes.

La Cámara Argentina de Comercio propuso "una apertura segmentada”, respetando que los mayores sigan en sus casas. Además, formularon una propuesta en base a dos ejes: el establecimiento de un aislamiento social selectivo, que posibilite un paulatino retorno a la actividad normal, y la adopción de medidas de apoyo financiero e impositivo para las empresas.

En el primer eje se detallan cuatro puntos clave:

-Autorización de tareas presenciales para los trabajadores que no se encuentren en situación de vulnerabilidad y que residan en un radio de no más de 5 kilómetros del lugar de trabajo, para ir ampliándolo progresivamente hasta los 20 kilómetros.

- Horarios especiales de atención para evitar las "horas pico" en los medios de transporte. Se sugirió una jornada de 6 horas inicialmente, para luego ir extendiéndola gradualmente.

- Flexibilización de los canales de comercio electrónico, para evitar aglomeraciones, también teniendo en cuenta que los negocios operarán con una dotación parcial de su personal, atento a las restricciones.

- Drástica simplificación de los trámites burocráticos y apertura e las sucursales bancarias, para posibilitar un funcionamiento apropiado de los canales financieros.

En cuanto al segundo eje, la propuesta también incluyó 4 ítems:

- Postergación de pagos de aportes personales y ART, correspondientes a los sueldos de marzo y abril, y un plan de seis cuotas para saldarlos que se iniciaría 2 meses después del fin de la cuarentena.

- Exención del pago de contribuciones patronales para los meses de marzo y abril, con posibilidad de ser extendida según la evolución de la pandemia.

- Postergación y reprogramación de los impuestos que vencían en el mes de abril para los tres niveles estatales (nación, provincias y municipios).

- Suspensión por 60 días de los regímenes de recaudación anticipada en los tres niveles estatales (percepciones y retenciones).

A la salida del encuentro, los representantes de la CAC manifestaron su optimismo: "Nos  vamos con la idea de que a partir del 13 esto va a cambiar"

En sentido similar se expresó Héctor Daer, luego de la reunión que mantuvo con el presidente Alberto Fernández en Olivos, en la que le transmitió la solicitud de la CGT de retornar al trabajo después de semana santa.

"La idea del gobierno –anunció el gremialista- es volver paulatinamente a las actividades", y que para ello se formará una "mesa tripartita" entre Estados, sindicatos y empresarios para planificar su reinicio.

Para todos queda claro que, más allá de la necesidad de proteger a los más vulnerables, la economía argentina no resistirá por mucho tiempo la situación actual de clausura. Así lo entiende también el gobierno nacional, que ya tiene decidido adoptar una actitud más flexible frente al COVID-19, ya que su continuidad sólo podría alentar la multiplicación de reacciones y acciones que implicarían un altísimo costo social. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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