CAME advirtió que las pymes están “al límite del colapso”: Las chaqueñas, las más afectadas

Las pequeñas y medianas empresas chaqueñas se encuentran entre las más perjudicadas por la gravísima situación, y no dejan de llamar la atención sobre la difícil realidad que afrontan, aunque el gobierno provincial parece hacer oídos sordos a sus reclamos.

Durante el mes de marzo, las ventas minoristas cayeron un 48,7 por ciento, lo cual motivó enérgicas declaraciones del secretario Gremial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y presidente de la Federación Económica del Chaco (FECHACO), Alfredo González, quien ya venía advirtiendo la existencia de “un gran nivel de desesperación en el sector pyme”. Por más que se acercaron propuestas y solicitudes de ayuda estatal, los resultados hasta ahora han sido magros.

Este fin de semana, la entidad difundió un comunicado con título de catástrofe: “Las pymes al límite del colapso”, y reclamó al gobierno nacional que la nueva ampliación de la cuarentena hasta el 10 de mayo sea “acompañada de inmediatas, nuevas y amplias medidas de sostenimiento de las pymes, movilizadoras del 70 por ciento del empleo privado del país”.

La nueva prórroga “complica mucho más a los rubros que no están trabajando” y destacó que “el Gran Resistencia es uno de los conglomerados del país de más complicaciones” por el impacto del COVID-19, el dengue y la situación de falta de inmunidad en general. Este domingo se confirmó el contagio de otras trece personas en la provincia y ya suman 298 casos, aunque el gobernador Jorge Capitanich anunció este domingo su satisfacción con el aplanamiento obtenido en la curva provincial, que se duplica cada 32 días, cuando a principio de marzo la tasa era de uno o dos días.

Las medidas adoptadas para combatir la pandemia impactaron drásticamente sobre la actividad económica y, sobre todo, en las pymes de la provincia. Por esta razón -sostuvo González- es “lógico que nos cuidemos más, pero hay que ver cómo se implementa y llega la ayuda a las pymes”, al tiempo que recordó el pedido formulado para que el estado subsidie el 100 por ciento de los salarios de las empresas de hasta cuarenta trabajadores.

El secretario Gremial de CAME lamentó: “Hasta ahora, en esta asistencia del gobierno nacional al sector privado, las grandes superficies fueron las más beneficiadas”, y recalcó que “la diferencia con las micro y pequeñas empresas es que están complicadas en tener cuentas al día”.

También subrayó la rigurosidad con que se comporta el estado respecto de las pymes, otorgándoles un trato mucho más desconsiderado que a las grandes. “Algunas empresas no pudieron acceder a créditos por multas ante el ministerio de Trabajo. El pequeño y mediano no tiene posibilidades ante la mínima mancha”.

La intervención de González estuvo teñida de pesimismo. “La agonía continuará”, aseguró, a pesar de que algunas de las decisiones adoptadas hasta ahora generaron cierto “alivio”. El impacto promedio de los sueldos en una pyme ronda el 37,7 por ciento de sus costos, un nivel muy superior al de las grandes empresas. Y presentó un dato revelador: mientras en la primera quincena de marzo las ventas en los supermercados experimentaron un alza de 23 por ciento, los comercios minoristas experimentaron pérdidas por 120.000 millones de pesos.

Por cada día de cuarentena, el comercio deja de vender por un monto de 10.500 millones de pesos. Por esta razón la entidad propuso la implementación de un descuento solidario de días de alquiler perdidos por el cierre involuntario.

La cadena de pagos está rota. Los cheques rechazados ya superaron los 80.000 millones de pesos, mientras que los bancos imponen “insólitos requisitos para entregar asistencia financiera”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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