La odisea de un matrimonio que viajó a Japón, fue deportado de México y está varado en Miami

Esta es la historia de otros argentinos que continúan boyando por el mundo. En este caso, se encuentran en la metrópoli costera, como tantos otros coterráneos (alrededor de 3 mil) que esperan por un vuelo de repatriación después de caídas otras oportunidades para regresar al país.

Alejandro y su mujer, Mariela Guberman, se hallaban en Japón (Tokio) desde el 8 de marzo cuando el presidente Alberto Fernández decretó la cuarentena obligatoria (20/3). Ante este panorama, decidieron adelantar su vuelta, programada para el 30 del mismo mes, para cuatro días antes con escala en Brasil (San Pablo) y destino final Buenos Aires. Pero a último momento, ante el avance del COVID-19, la empresa aérea Air Canadá suspendió el vuelo. 

Bajo este marco, optaron por quedarse en el país asiático “viviendo con lo mínimo” y manteniendo un diálogo constante con la embajada. Pero las esperanzas de retornar a Argentina se fueron diluyendo, a punto tal que desde el consulado les sugirieron optar por otra ruta que no sea Miami porque “está lleno de argentinos”. Cabe señalar que la ciudad de Florida es la única desde donde parten viajes en Estados Unidos.

A partir de esta recomendación, viajaron a Norteamérica para seguir camino a la capital de México, aunque allí se encontraron con una situación indeseada. “Migraciones no nos dejó ingresar porque no cumplíamos con los fondos económicos para los requisitos de 'turismo' ni entrábamos en la categoría de 'tránsito'”, señaló Alejandro Trinidad. 

En este sentido, contó: “Nos retuvieron los celulares, pasaportes y mochilas con nuestras cosas básicas, mientras esperábamos el vuelo de vuelta a Miami”. Asimismo, resaltó que la embajada argentina en el país azteca no pudo revertir la determinación de migraciones porque “la decisión ya estaba tomada”. Y agregó que pudieron difundir lo que estaban pasando mediante la excusa de tener “medicación en la mochila” y así usar la laptop “a escondidas”.  

En tanto, hizo referencia al diálogo que tuvo con la administrativa mexicana. “Es muy difícil explicarle a una extranjera que mi país cerró sus vuelos. Dependés de la buena voluntad de la gente y la decisión queda arbitraria a quien te interrogue, porque otros compatriotas pudieron entrar y ya están en Argentina”, manifestó indignado.

Por su parte, comentó que el consulado de Miami los ayuda con “medicación crónica” y que en el hotel realizan ollas populares con “ochenta argentinos más”. En cuanto a su situación económica, dijo que -por ahora- se sostienen por su cuenta mediante “tarjetas de crédito” aunque les generan “muchas deudas”. No obstante, indicó que siguen aguardando por “algún vuelo de repatriación” y concluyó: “Estamos muy desesperados, desde el consulado no saben qué decirnos y nadie nos dice cuándo vamos a volver”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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