Alfredo Cornejo y el dolor de ya no ser

Fuera de la gobernación mendocina, que ahora detenta su correligionario Rodolfo Suárez, y con la UCR como un actor de reparto sin mayor incidencia en la política nacional, Alfredo Cornejo experimenta la crisis de abstinencia de poder que suele afectar a los políticos que descienden bruscamente dentro del tablero político.

Sobre todo, lo que le preocupa al ex gobernador es la excelente sintonía que se ha generado entre los gobernadores e intendentes de la UCR -y de Juntos por el Cambio en general- con el presidente Alberto Fernández, que fue limando decisivamente aquella grieta de la que se alimentaban los ultraístas de uno y otro lado. Por esta razón, sus declaraciones y acciones son muy similares a las adoptadas por Patricia Bullrich o Miguel Pichetto, que tienen en claro que un relanzamiento de sus carreras políticas dependen del fracaso del nuevo consenso político que ha alcanzado la dirigencia argentina. 

Saben que sólo el caos y la división entre los argentinos les devolverá su deteriorado protagonismo, y por esta razón no cesan de alentarlos. Pero los resultados que consiguen, sobre todo en el caso de Cornejo, son bastante decepcionantes. 

En las últimas horas, Alfredo Cornejo salió con los tapones de punta a criticar a los gobernadores y al gobierno nacional ante la requisitoria de varios medios periodísticos. A los primeros les objeta su excelente diálogo con el gobierno nacional. A éste último, el haber establecido una especie de comparación entre la guerra contra el enemigo invisible -la pandemia- y la gesta de Malvinas.   

"Decir que estamos ganando como en Malvinas es dañino”, aseguró Cornejo.

Seguidamente apuntó a descalificar a los gobernadores, presentándolos como títeres o rehenes del gobierno nacional. "¿Vos creés que a los gobernadores les queda otra opción que no sea alinearse con la estrategia del presidente Fernández?”.

La respuesta obvia es seguramente negativa. Hay dos razones poderosas para que la unidad nacional resulte indispensable en la actualidad. Una es la necesidad de combinar esfuerzos para superar el desafío del COVID-19. La segunda es la espantosa situación económica, financiera y social que provocó el gobierno de Mauricio Macri. Cornejo debería ser más memorioso, y recordar en qué situación recibió su provincia y cómo la entregó, con una deuda pública multiplicada de manera irracional. 

El presidente del comité nacional de la UCR afirmó que "hay un falso dilema que sostiene que es contradictorio cuidar la salud y cuidar la economía, un relato que lo pone muy cómodo" y que "hay mala fe de parte del gobierno con este argumento porque permite acallar cualquier voz crítica".

Sin embargo, cuando se le consultó sobre las políticas de salud del macrismo, incluida la degradación del ministerio de Salud en secretaría, la desinversión en esa y las restantes áreas de acción social, o la suspensión de las campañas de vacunación, declinó responder. 

La situación de Mendoza es contradictoria, ya que si bien parece haber controlado el contagio el COVID-19 -a punto tal de haber habilitado los paseos recreativos-, la cercanía con el foco infeccioso chileno no permite bajar la guardia. 

Al respecto, Cornejo afirmó que "el sistema de Salud de Chile es muy distinto al argentino y por eso está a punto de colapsar". Al repreguntársele sobre el colapso de las salud pública en la Argentina, profundizada deliberadamente por las políticas de Cambiemos, nuevamente resignó dar una respuesta y puso punto final a sus declaraciones. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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