El empleo cayó a los niveles del 2002 y se espera que empeore para el próximo trimestre

Los problemas se acumulan para grandes empresarios, pymes y comerciantes por igual. No son necesarias grandes fórmulas para explicar el impacto. Para algunos, los niveles de producción y ventas cayeron drásticamente con el inicio de la cuarentena. Para otros, sus facturaciones simplemente se derrumbaron a cero.

Incluso el propio ministerio de Trabajo de la nación admitió una baja del empleo registrado del 0,6 por ciento, que no parece llamativa en un primer momento, pero que no se observaba desde la debacle del país en los años 2001-2002.

A pesar de que el presidente Alberto Fernández aseguró que “el problema no es de Argentina sino del mundo”, lo cierto es que en términos generales el mundo arribó al impacto de la pandemia luego de varios años de crecimiento moderado, mientras que la Argentina lo hizo tras al menos cuatro años de franca recesión.

Por otro lado, el largo historial de impagos y no cumplimiento de obligaciones del país a lo largo de su historia lo exponen a tomar créditos a tasas muy elevadas o, simplemente, tener bloqueada su capacidad crediticia. En otros países de la región, como fue el caso de Perú, la ayuda económica del exterior llegó de forma dinámica y con condiciones flexibles.

Hasta el momento, serían unas 12 mil empresas las que anticiparon una reducción, al tiempo que se paralizaron las contrataciones de personal. No sólo ello, sino que además las estimaciones para los meses de mayo a julio –segundo trimestre –son aún peores. De hecho, el ministerio de Trabajo anticipó que sólo un 12 por ciento de las empresas están pensando en tomar nuevos trabajadores, mientras que un porcentaje enormemente mayor proyecta disminuirla. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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