Durante el pico de la pandemia, el ministro Agustín Simone gastará 88 millones en cortes de pasto

La administración pública bonaerense pareciera haber perdido por completo el control a la hora de consensuar políticas para el combate contra el coronavirus. Ministerios que cumplen con las medidas de austeridad absoluta recomendadas por el gobernador Axel Kicillof se chocan con organismos, como el caso de ARBA, que gastan lo que no tienen en objetos innecesarios. 

En la provincia de Buenos Aires no hay una grieta, sino muchas. Pequeñas, casi imperceptibles, pero que en los hechos salen a la luz y muestran ser mucho más graves de lo que parecían en un principio.

A contramano de lo establecido, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Agustín Pablo Simone, se lanzó a una licitación pública con el objeto de mantener los espacios verdes de 31 dependencias de la cartera que administra. A pesar de ser un servicio económico y, por otro lado, no esencial, la provincia se propuso desembolsar más de 88 millones de pesos para tal fin.

Paradójicamente, el contrato tiene fecha de inicio el 1 de julio, con la llegada del invierno, cuando el pasto prácticamente deja de crecer y la amenaza del dengue empieza a menguar casi abrúptamente. El monto total, que asciende exactamente a los 88.821.093,60 de pesos, será para el corte de pasto y mantenimiento de espacios verdes en las dependencias que el ministerio tiene en La Plata, Junín, Chivilcoy, Dolores, Mar del Plata y Bahía Blanca. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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