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16 de junio de 2020 | Interior

Tras ser usados para la campaña

Chaco: La comunidad Qom le pide “vivienda, trabajo y salud” al gobernador Capitanich

Son alrededor de 5.700 personas, entre tobas, wichís y mocovíes. Viven en condiciones indignas: casillas precarias, de chapa y barro en su mayoría, o hasta carpas. Incluso la pandemia agravó su situación sanitaria y, mientras tanto, desde la provincia demuestran olvido y desinterés.

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El desprecio por las etnias originarias tuvo su capítulo de exposición con el salvaje ataque perpetrado por policías a una familia de la comunidad Qom, que incluyó secuestros, torturas y abuso sexual. Así como en Estados Unidos se están llevando masivas protestas contra el odio racial, en Chaco el odio es clasista y discriminatorio contra el pueblo indígena, catalizado en el despliegue de la violencia institucional.

Son voces acalladas, que no tienen representación en el estado y padecen problemas estructurales, producto de la desidia de todos los gobiernos de turno. Una de sus principales dificultades es el acceso a la vivienda y Omar Martín, presidente de la cooperativa “Qom más Trabajo”, dio cuenta de ello. “Empleamos todos los papeles requeridos, pero desde el Instituto de la Vivienda nos dijeron que no hay más cupos porque quedó todo parado por la pandemia”, explicó y agregó que, mientras tanto, “sigue todo precario”. 

“Desde 2013 estamos pidiendo viviendas y nunca fuimos atendidos como ciudadanos del Chaco”, indicó el representante indígena desde el barrio Quinta 4 “Nalá”, ubicado en Presidencia Roque Sáenz Peña, la segunda ciudad más poblada de la provincia. Al respecto, aclaró que esa zona tiene doce barrios integrados por la comunidad aborigen, a quienes ayudan constantemente porque es un sector específico que “se está tapando”, en referencia a los promesas incumplidas de la gestión de Jorge “Coqui” Capitanich.

Sobre el mandamás chaqueño, también opinó Aníbal Vallejos, vicepresidente de la cooperativa. “Trabajamos para el compañero en las elecciones del año pasado y no nos dio ninguna solución”, sostuvo. Por eso, ante el abandono provincial, solicitó la intervención de la nación: “Le pedimos al presidente, Alberto Fernández, que nos escuche, y que Desarrollo Social nos mande zapatillas, frazadas y abrigos”.

Asimismo, se refirió al presente laboral de la comunidad: “Estamos pasando una situación muy difícil, no podemos seguir esclavizados con contratitos que no superan los 5 mil pesos”, cuestionó. Finalmente, destacó su principal necesidad: “Queremos vivienda, trabajo y salud” y mencionó a los jóvenes nativos, quienes muchos están “perdidos en la droga y el alcohol”, por lo que reclamó una sala de auxilio. (www.REALPOLITIK.com.ar)   


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