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16 de junio de 2020 | Provincia

El negocio de la salud

Escándalo: Axel Kicillof compró barbijos con un sobreprecio de 39 millones de pesos

Decidió saltear a los fabricantes, que los venden a un costo que oscila entre los 35 y los 68 pesos, y comprárselos a una persona que se dedica a la reparación de motos por un total de 196 pesos cada uno. Corrupción y despilfarros en plena crisis.

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Otra vez, el gobierno de la provincia de Buenos Aires vuelve a estar en la mira por la compra de barbijos con sobreprecios, en medio de una emergencia sanitaria y financiera sin precedentes. No es el único gobierno en problemas por el mismo tema. En el mes de abril, numerosas organizaciones sociales, entre ellas el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), denunciaron que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta había llevado adelante una compra de barbijos con un importante sobreprecio.

Acorde a la documentación presentada, el ejecutivo porteño había comprado 6 millones de barbijos, pagados entre 68 y 77 pesos, a empresas dedicadas a la informática. Mientras tanto, el fabricante Dimex los ofrecía a 35 pesos, pero no se tuvo en cuenta su oferta. En total, se pagaron unos 207 millones de pesos de más.

No fue aquella la única oportunidad en la que se pagaron graves sobreprecios y a proveedores de otros rubros por la compra de barbijos, utilizando la excusa de la emergencia sanitaria. Acorde a la resolución 2020-435-GDEBA-MSALGP, el gobierno de Axel Kicillof se lanzó a la adquisición de 300 mil barbijos mascarillas, de tres capas, de aproximadamente 120 gramos.

A pesar de que el precio promedio de un barbijo, en cantidad, en una compra al estado oscila entre los 35 y los 68 pesos, Kicillof ordenó pagarlos 196,62. De este modo, en lugar de abonar un total de 20 millones de pesos, terminó pagando casi 59 millones. Es decir, un sobreprecio mayor al 100 por ciento, lo que en dinero fresco se traduce a casi 39 millones de pesos de despilfarro.

No sólo ello, sino que el beneficiario de la compulsa fue Mariano Miguel Ratti, quien lejos de ser un fabricante de barbijos, registró como actividades la “venta al por mayor de mercancías” generales y la reparación de autos y motocicletas.

Una vez más, inmerso en una crisis sanitaria que pareciera no tener fin y envuelto en una debacle financiera que continúa cerrando fábricas y comercios a diario, el gobierno de Axel Kicillof queda en el ojo de la tormenta por un nuevo escándalo de sobreprecios. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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