Las elecciones en la Sociedad Rural Argentina llegan en medio de un escándalo

La centenaria entidad gremial del campo se encuentra sumida en un escándalo, tras conocerse que solicitó al gobierno nacional un ATP para el pago de los sueldos del personal. En este contexto, el Movimiento Compromiso Federal (MCF) dio a conocer esta semana la lista de candidatos que competirá por la conducción de la entidad, que está encabezada por Nicolás Pino y Marcos Pereda, candidatos a presidente y vicepresidente respectivamente. Los postulantes estarán acompañados por un grupo de productores e integrantes de diversas asociaciones de criadores y especialidades productivas de todas las regiones del país.

Los comicios llegan en medio de un clima por demás caldeado. Tras conocerse el pedido de ayuda al estado para el pago de salarios, el MCF expresó su postura a través de un duro comunicado, que circuló en las redes sociales y tuvo una amplia repercusión en medios nacionales. Para este movimiento opositor, el pedido del ATP por parte de Pelegrina representó un auténtico cachetazo.

En el documento señalaron que “vemos con sorpresa y estupor que la actual dirigencia de la Sociedad Rural Argentina (SRA) haya tomado algunas medidas que, a nuestro juicio, están reñidas con la historia, el pensamiento y los principios que nos rigen hace más de 153 años de existencia”.

El palco de la Rural constituyó un espacio crítico hacia distintos gobiernos, sobre todo justicialistas, y desde 2003 las opiniones de los titulares de la SRA hacia las políticas agropecuarias de las distintas gestiones kirchneristas fueron de un tono por demás virulento. Desde ese púlpito, ex presidentes de la entidad, como Luis Miguel Etchevehere, colocaron los primeros ladrillos de una carrera política que, en el caso del entrerriano, desembocó en el Ministerio de Agricultura nacional.

La ATP fue un bocado difícil de digerir para la lista que busca ganar la presidencia de la Rural. “Una decisión de semejante importancia, como es un pedido de ayuda estatal, no tiene sentido de ser aplicada a una entidad gremial como la nuestra”, aseguraron. A través de un comunicado, Pelegrina intentó armar una defensa y justificó esta acción en que el “objetivo primordial de esta decisión fue proteger las fuentes de trabajo” y que "el advenimiento de la pandemia de COVID-19 y la declaración del aislamiento social y sus restricciones asociadas, generó un freno total a la actividad y a la normal operatoria de los servicios nuestra entidad”.

La respuesta a estas justificaciones por parte del movimiento encabezado por Pino fue lapidaria: “Todos sabemos que tal cosa no existe, que la producción de alimentos esta exceptuada de la cuarentena y que, como la misma SRA pregona en sus mensajes, el campo no para". Por si quedaba alguna duda, agregaron que “la actual conducción en la figura del presidente, el vice presidente y los miembros de la Mesa Directiva, son responsables de lo actuado y corresponde que se hagan cargo de tamaño desacierto”.

En medio del vendaval de críticas, aprovecharon para poner en duda la capacidad de gestión de Pelegrina y sugirieron que “llama mucho la atención que apenas transcurrido el primer mes de la cuarentena, ya exista una dificultad para afrontar obligaciones económicas que hayan llevado a la actual conducción a recurrir a un subsidio del estado”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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