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1 de agosto de 2020 | Nacionales

Alberto Fernández chocó la calesita: Anuló por DNU la intervención y la expropiación de Vicentín

Alberto Fernández anunció en su Twitter que ha “dispuesto la derogación del DNU 522/2020 que ordenó la intervención de Vicentín S.A.I.C. por sesenta días”. La publicación confirma el papelón de una iniciativa inconsulta, tomada entre gallos y medianoche, que terminó por demostrar la debilidad apabullante de una gestión sumida en un cono de sombras.

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El presidente disparó sus misiles sobre los accionistas de la empresa, y afirmó que “el juez interviniente en el concurso no ha permitido que el estado pudiera conocer cuál es el pasivo real de la compañía”. Alberto Fernández denunció una “obstrucción” empresarial y judicial, pero sus criticas sólo demuestran la magnitud de su propia impotencia.

“El estado nacional no va a comprometer recursos públicos mientras el actual directorio permanezca en la empresa, ni tampoco integrará un fideicomiso compartiendo la gestión del mismo”, continuó el presidente por Twitter. Tácitamente, le soltó la mano a más de 200 mil trabajadores y pequeños proveedores de Vicentín. 

De este modo, un DNU que sorprendió en su momento incluso a buena parte de los integrantes del Frente de Todos será anulado por otro DNU. Un verdadero papelón del presidente hippie, que parece decidido a irse "a naufragar", en concordancia con la célebre canción de Lito Nebbia que suele interpretar. Claro está que una cosa es una creación poética, y otra asumir las responsabilidades de una gestión de gobierno en medio de la pandemia y el colapso económico.  

Después de haber anunciado, contra lo que indica la ley y la jurisprudencia, la intervención de una empresa cuyo concurso estaba en manos de la Justicia, el gobierno avanzó sobre el terreno pantanoso de una trama política y judicial que sólo le pronosticaba un ruidoso fracaso. Involucró al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, para tratar de salvar la ropa, sin éxito. Y encima se puso en contra al empresariado y a buena parte de la opinión pública, y terminó convirtiendo en héroes a los estafadores de la empresa saqueada.

Este jueves, los directores de Vicentín rechazaron presentar su renuncia y ceder sus acciones a un fideicomiso, tal como proponía el plan de Perotti, quien entonces se retiró de la negociación. 

En un último intento, el jefe de Asesores de la presidencia, Juan Manuel Olmos, recibió el encargo presidencial de involucrarse en la cuestión para tratar de salvar la ropa. Pero ya era demasiado tarde. Poco pudo hacer Olmos, por lo que el juez de la causa -quien fuera en su momento directivo de la propia empresa Vicentín- quedó a cargo de su resolución. 

Derrotado y claudicante, Alberto Fernández explicó en las redes sociales que “nuestra intención siempre fue rescatar a la empresa, preservar los activos, colaborar con los productores damnificados y mantener las fuentes de trabajo. Pero también nuestra obligación es que se investiguen las maniobras que provocaron el estado de falencia en el que la empresa ha caído”. Y aseguró: “La intervención por sesenta días era fundamental antes de declarar a Vicentín S.A.I.C. como un bien de utilidad pública, para conocer su verdadero estado patrimonial”. Sólo le faltó reconocer que su estrategia no tenía sustento legal alguno. "Puede fallar”, hubiera dicho el extinto Tusam.

“En estas condiciones no estamos dispuestos a adoptar riesgos que podrían traer como consecuencia la estatización de deuda privada para que los argentinos y las argentinas deban hacerse cargo del irresponsable proceder de los actuales administradores”, concluyó el presidente. Y anticipó que dio instrucciones a “todos los organismos públicos involucrados” para iniciar acciones civiles, comerciales y penales para “preservar los intereses del estado”.

Una excelente manera de ingresar a un fin de semana de Netflix y guitarreadas. Para las víctimas de Vicentín, sólo la desazón y la desesperación. 

Desde París, Mauricio Macri contempla sonriente el constante desbarranque de su sucesor. 

"Soy más hijo de la cultura hippie que de las veinte verdades”, aseguró un par de meses atrás Alberto Fernández en un reportaje concedido a Perfil. Cada día confirma que, al menos en eso, nunca mintió. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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