Municipales
La no cuarentena
Uno de los agentes de seguridad de Verónica Magario participó de la fiesta clandestina de Villa Elisa
Se trata de Francisco Antonio De Luca, quien intentó evitar ser arrestado y el secuestro de su vehículo amenazando a las fuerzas de seguridad con hacerles perder el empleo. Si se cumple la ley, enfrenta una sanción monetaria y un arresto de hasta treinta días.
En las últimas horas, irrumpió en todo el país la noticia de una fiesta clandestina que se llevó a cabo en la cervecería Bagdag, ubicada en Villa Elisa, en las afueras de la ciudad de La Plata. Luego de un operativo policial con ribetes cinematográficos, efectivos de la Policía Bonaerense demoraron a sesenta jóvenes y secuestraron además bebidas alcohólicas, equipos de música y otros elementos que quedaron a disposición de la Justicia.
A pesar de las rígidas normas impuestas por el gobierno de Axel Kicillof en todo el AMBA, unas sesenta personas se reunieron en la cervecería para festejar lo que sería una fiesta por los cuarenta años del anfitrión. Violando el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la música y el baile comenzó al caer la noche y se extendió hasta que unos vecinos decidieron hacer la denuncia en la comisaría de Villa Elisa.
Momentos después, el juzgado federal Nro. 3 de La Plata dispuso un operativo cerrojo del predio para que nadie escape. No se imaginaron que, en un giro cinematográfico, los asistentes decidieron atrincherarse en la cervecería para negociar con las fuerzas de seguridad. La estrategia no funcionó, y a los pocos minutos fueron detenidos.
Entre los aprendidos se encontraba Francisco Antonio De Luca, quien trabaja como seguridad en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires. Acorde a los testigos, De Luca habría intentando utilizar sus relaciones políticas con Verónica Magario para amedrentar a las fuerzas de seguridad, asegurándoles que los haría “echar del trabajo”.
Francisco De Luca fue trasladado por la fuerza pública. Foto: Dolores Ripoll.
A pesar de sus amenazas, fue aprendido por los policías y trasladado a la comisaría 12 de la ciudad de La Plata. Del mismo modo, De Luca intentó llamar al jefe de Seguridad de Magario para evitar el secuestro de su auto, un Audi A3 de varios años de antigüedad, pero poco y nada pudo hacer para evitar que lo suban a la grúa de la policía y se lo lleven secuestrado.
Actualmente, De Luca tiene en el horizonte una sanción de 10 a 500 módulos por una contravención del artículo 45 de la ordenanza municipal 6147, y deberá enfrentar una multa. En los siguientes días, se verá si enfrentará las consecuencias de sus actos o si sus contactos, eventualmente, logran librarlo del brete. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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