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Después de casi ocho años, finalmente llegó el día. Enrique Aybar, intendente de Puerta de Corral Quemado (Juntos por el Cambio), debió comparecer ante la Justicia por la causa que se le imputa por abuso sexual a una adolescente de quince años. El expediente fue cajoneado sistemáticamente, en medio de artilugios judiciales y complicidades.
La causa fue caratulada como “abuso simple agravado”, y se desarrolla en la Sala de Audiencias Nro. 3, mediante videoconferencia. Según Sebastián Ibañez, abogado de la joven, “la única estrategia de la defensa (de Aybar) es dejar a la víctima sin abogados”. Esto se comprueba en los hechos, ya que la primera solicitud de los letrados del intendente consistió en solicitar el apartamiento de los dos abogados de la adolescente abusada. El fiscal y el juez accedieron a separar a uno de ellos, Bruno Jerez, por haber actuado en su momento como informante psicológico de la causa y ser susceptible de convocatoria como testigo calificado. Con Ibañez no tuvieron la misma fortuna.
En la primera jornada, Aybar se declaró inocente y no admitió preguntas de las partes. Eligió la victimización, argumentando que "todo es un armado político para demonizarlo". “Un entramado político contra mi persona, que se pergeñó para mancharme”. Sin embargo, evitó referirse al hecho por el que se lo juzga. No presentó coartada alguna ni aclaró qué hizo el 24 de abril del 2013. Sólo se limitó a decir que es “buen intendente, buen padre y buen esposo”.
El Movimiento de Mujeres y Disidencias de Catamarca objetó su declaración. “¿Nos preguntamos qué clase de testimonio es ese? Aquí no se está juzgando su desempeño como intendente de la jurisdicción de Puerta de Corral Quemado. Aquí juzgan el abuso sexual a una adolescente de quince años. Tras de ese abuso, otros tantos más que venimos denunciando”.
La madre de la joven afectada declaró que “el intendente me dijo que lo había tentado el Diablo y me ofreció 50 mil pesos para que no haga la denuncia”.
La joven agredida declaró acompañada por una psicóloga de la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito, y relató detalladamente los sucesos, su ubicación espacio-temporal y su desarrollo. Por si fuera poco, denunció además que “fue víctima de torturas durante el abuso sexual”, tanto físicas como psicológicas. El jefe comunal de Juntos por el Cambio, mientras abusaba de ella, la obligaba a ver películas porno, la castigaba con un cinturón y la amenazaba con mandarla a matar a ella y a sus padres si llegaba a hablar de lo sucedido.
También la víctima aseguró que Aybar gozaba con su sufrimiento. La médica que la asistió declaró que la joven era virgen al momento de la revisión, pero que no podía descartarse la existencia de manoseos y daños físicos y psicológicos.
Aybar era una persona de confianza de la familia. La madre comentó que aún no podía entender cómo alguien de su amistad pudo hacer semejante cosa. Su padre fue despedido de su empleo en el municipio manejado por Aybar tras formular la denuncia. “Le arruinó la vida a mi hija y a toda la familia”, se lamentó la mujer.
La primera jornada del juicio se cerró con el testimonio de la recepcionista del hotel donde se hospedaban la madre y la hija, quien aseguró haber visto partir al jefe comunal con la menor cerca de las 21.00 de ese día. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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