El Indie tiene quien lo cuente

Mientras algunos vuelven a reflotar el viejo debate acerca de si el rock ya murió, el documental “Indie & Fuertes. La nueva contracultura musical argentina” aporta una idea superadora: nada se pierde, sino que todo se transforma. Y, según la tesis que empuja este mediometraje, el cambio es para bien. “Surgió como una pieza para presentar en un mercado musical, y terminó siendo un documental posta. Así que nos sorprendió a todos los que trabajamos en él”, explica uno de sus creadores, el periodista Yumber Vera Rojas.

A lo largo de 25 minutos, el trabajo audiovisual (pensado inicialmente para el evento europeo Primavera Pro) revisa distintas escenas de la última década para aportar algunas aproximaciones acerca de las disrupciones y novedades que bulleron en eso que alguna vez se estampilló como “rock nacional”, y que incluso esta generación se anima a discutir. “Yo no sé muy bien qué es el rock nacional”, duda Santiago Motorizado, cantante y bajista del grupo platease El Mató a Un Policía Motorizado, mascarón de proa de una de las últimas ola renovadora. “Puede ser un mote estético o cierto rock radial que contenga un poco de todo. Pero eso se fue rompiendo. Esos encasillamientos no son buenos para nada. Y menos aún para el arte”. 

Realizado por la productora audiovisual Hecho por Nadie y la sala porteña Niceto Club (creadora del ciclo de bandas en vivo Indiefuertes, de ahí el título del documental), el material refleja distintas escenas de la última década no sólo desde el eje Buenos Aires - Conurbano - La Plata, sino también en su expansión federal hacia distintos rincones del país, con el Manso Indie mendocino como ejemplo modélico. Casualmente es el cuyano Simón Poxyran quien logra una de las mejores definiciones sobre el Indie: “No es un genero musical. Es una manera de manejarse. Tener autonomía para poder decidir sobre cómo querer hacer, de qué manera, cuándo, dónde, aprovechando también Internet y las redes sociales”. 

“Buenos Aires un poco que se autoconsumió, y se dio cuenta que había otros espacios, dialécticas y formas”, agrega Mariana Paraway, también mendocina. Entre los entrevistados también aparecen los cordobeses Rodrigo Molina y Telescopios, el beatmaker Roque Ferrari de San Martín de los Andes o Los Siberianos de Santa Rosa, La Pampa. A ellos se les suman también artistas surgidos en Buenos Aires y allí establecidos como Marilina Bertoldi o Barbi Recanati, quien valora de esta nueva era generacional la provocación de “un mundo artístico lleno de diversidad, pero lo más importante: un público también lleno de diversidad”.

Para la periodista neuquina Romina Zanellatto (autora del inminente libro “Una historia de las mujeres en el rock argentino”), la nueva escena musical argentina se divide en dos. “Por un lado está la escena del freestyle, de la palabra, del flow, del hiphop, del rap y del trap, sobre todo. Y, por el otro lado, creo que hay una escena con identidades más diversas, con mujeres que están reinterpretando el rock y reapropiándose de la guitarra como instrumento de expresión”. 

Estribando entre el Indie y sus irrigaciones hacia todo el país, el uso de las nuevas tecnologías (tanto para grabar música como para difundirla) y las reivindicaciones de género y disidencias (con una mención a la ley de Cupo Femenino para festivales), “Indie & Fuertes” también se arrima a las orillas del trap, acaso insinuando que en esa escena se ancla la transición de una década -la revisitada- hacia la otra -la que está en curso-. “Con las redes sociales cualquier persona es famosa, o se le da este título de que es prócer y está registrando algo”, postula Saramalacara, aunque aclara que “yocando en vivo te das cuenta que un montón de gente se siente parte de eso. Y eso sí que puede ser un cambio, o un antes y un después”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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