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26 de agosto de 2020 | Municipales

Violencia de género

Quilmes: Su ex pareja la golpeó y la amenazó de muerte pero la gestión local se le “cagó de risa”

Se trata de Silvina Edith Romero, vecina del distrito del sur del Gran Buenos Aires. Desde 2017 que sufre maltratos de su ex pareja, hasta denunció que la atropelló con una camioneta. Mientras tanto, la Justicia no avanzó en su causa ni tampoco el municipio ofreció su contención desde la secretaría de Mujeres y Diversidades.

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“Mi ex pareja, CAC, me fue infiel con una enfermera y ahí empezó todo”, relató Silvina Edith Romero, en diálogo con REALPOLITIK, como el puntapié inicial del conflicto conyugal allá por 2017. “Empezaron los golpes y los maltratos, de hecho, tuve un infarto y después un ACV y él (CAC) me abandonó”, agregó la víctima. Sin embargo, los crudos sucesos se profundizaron: “Cuando salí del hospital me siguió pegando y pedí ayuda porque me amenazó de muerte; hice una denuncia en enero y otra en febrero (2018) que no prosperaron”. 


Imágenes de Silvina Edith Romero tras la golpiza de su ex pareja. 

“Después me atropelló con la camioneta, provocándome múltiples traumatismos en todo el cuerpo, cortes en la mandíbula, la cabeza, las piernas y los brazos hasta que él desapareció y se llevó la camioneta”, narró entre angustia e impotencia. Posteriormente, en junio de dicho año, se estableció una perimetral para el agresor, aunque los hechos de violencia no cesaron: “Volvió y quería estar conmigo, me negué y me cagó a trompadas nuevamente, provocándome coágulos en la cabeza; también toqué el botón antipánico, vino la policía y no lo detuvo”.


Orden de allanamiento, exclusión de hogar y restricción de acercamiento.

Con respecto a la intervención judicial, Romero contó que el fiscal Alejandro Ruggeri archivó la causa, porque supuestamente “nunca hubo delito” y, además, “no llamó a ningún testigo”. En cuanto al fiscal Ariel Ribas, partícipe en otra de las denuncias realizadas, la víctima indicó que la mencionó en la caratula como “portadora de armas y usurpadora de la casa”, en la que convivían con CAC. “El fiscal le hizo un favor al comisario Ricardo Sauco, que es custodio de Ribas, ya que es primo de mi ex pareja”, añadió Romero.

“Quedamos en la calle con mi hijo de nueve años y encima el expediente judicial dictaba que él se tenía que quedar con su abuelo (el padre de CAC), un enfermo psiquiátrico y abusador sexual que le tocaba los genitales a mi hijo y lo quería besar en la boca”, dijo. En este sentido, prosiguió: “Yo tenía todas las cautelares y las perimetrales a mi favor firmadas por la jueza Gabriela Jazmín Blanchiman, más un pedido de orden de internación para Pablo C. (el abuelo) que omitieron”. 

En el medio de estos episodios, concretamente en enero del 2019, Romero decidió irse de Quilmes con destino a Neuquén, donde estuvo dos meses hasta que la madre de su ex pareja la empezó a llamar “todos los días” pidiendo auxilio. “Volví y la encontré con hematomas, el brazo fracturado, 20 kilos menos y bañada de materia fecal; ella estaba enferma y el hijo la abandonó a la desidia de su padre (Pablo C.) que la golpeó hasta que falleció por un cáncer fulminante, agravado por el cuadro depresivo”, describió.


En este estado Silina encontró a su ex suegra. 

En cuanto a la comuna que conduce Mayra Mendoza, expresó que le negaron la ayuda “rotundamente” y se refirió a Sofía Tomé, la secretaria de Mujeres y Diversidades local, quien “se me cagó de risa”. En tanto, añadió: “Me dijeron que no tienen herramientas para poder ayudarme cuando le dieron millones de pesos a la secretaría de Mujeres y a mí no me contuvieron”. Al respecto, sostuvo que le niegan la asistencia porque “hay fiscales y jueces involucrados, incluida Mayra Mendoza que comanda toda la mafia política de Quilmes y encubre al 20 por ciento de los trabajadores municipales que son abusadores sexuales y golpeadores”. 

Finalmente, Romero denunció el “cajoneo de las causas” y detalló por qué se quedó sin representación jurídica. Su abogada, Sandra Roxana Arce, directiva del foro de abogados de Solano y Villa La Florida y especialista en violencia de género y familiar, dejó la causa porque “teme por su vida ya que le tiene miedo al fiscal y al juez”. Mientras tanto, Romero aguarda con su hijo en una pequeña habitación –cedida por una amiga–, que apenas tiene un anafe en lugar de gas natural o envasado, a la espera de Justicia. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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