Lejos de retroceder, el COVID-19 sigue causando estragos

El COVID-19 continúa con su saga arrolladora. Este jueves se confirmaron 12.026 nuevos casos de COVID-19. Con estos registros, suman 451.198 positivos en el país. En reporte matutino se registraron 38 nuevos decesos y en el vespertino, 207, por lo que el saldo del día fue de 245 nuevas muertes. De este modo, la cantidad de personas fallecidas es 9.361.  

20 de las 24 provincias argentinas atraviesan una gravísima situación, y el síndrome de la última cama –que obliga a los médicos a elegir a quién tratar de salvar entre varios contagiados- ha comenzado a cobrar vida. Este mismo jueves, San Luis y Catamarca, que venían esquivándole el bulto a la pandemia, debieron retrotraer su situación a las fases 1 y 2, respectivamente. Otros, en cambio, prefieren hacerse los distraídos, manipular los datos y mirar para otro lado. 

Si alguien se caracteriza por ir directo al hueso es el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. Ante el incremento de los casos, dispuso que las localidades de San Luis, Juana Koslay, Potrero de los Funes, La Punta, El Volcán, Estancia Grande y El Trapiche volvieran a fase 1. Sin consultar las encuestas ni preocuparse por el impacto negativo sobre su imagen que pudiera tener tal decisión. 

"Lo vamos a decir con todas las letras, volvemos a fase 1. Al aislamiento social, preventivo y obligatorio donde quedan habilitadas las actividades esenciales nada más”, disparó en conferencia de prensa. 

“Tenemos muchos contagios de contactos estrechos y esto dificulta la trazabilidad. Volveremos a fase 1, pero quedan habilitadas todas las actividades esenciales. Hablamos con los intendentes hace unos instantes y todos están de acuerdo con la medida y predispuestos a colaborar”, anunció.   

También comunicó que mantuvo “una charla con el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, quien apoyó totalmente nuestra decisión. Se mostró a favor de que se tome esta medida en otros distritos del país”.

“No es una medida deseada. Es una decisión que implica un enorme sacrificio, sabemos lo que significa. Hay que quedarse en casa y cuidarse. El sistema de salud está preparado, está fuerte y preparado para todas las situaciones. Que nadie se relaje. Seguiremos luchando contra esta pandemia. Les pido que comprendan esta situación”, alertó el mandatario.

Finalmente, anunció el cierre de las fronteras de la provincia. “Las fronteras de nuestra provincia continuarán cerradas y el tránsito por el corredor bioceánico continuará encapsulado”.

En Catamarca, las autoridades del COE para la prevención de coronavirus y dengue actualizaron la información oficial sobre la situación epidemiológica provincial y los trabajos de prevención y contención que se desarrollan en todo el territorio de Catamarca en el marco de la lucha contra el dengue y el COVID-19. Ante el incremento de los casos –hasta ahora se detectaron 74 casos positivos- se dispuso la marcha atrás para resguardar el sistema sanitario. 

Los tres casos casos positivos detectados este jueves son contactos estrechos del caso positivo reportado, y se encuentran aislados y bajo seguimiento epidemiológico. Pero ese caso generó más de 200 contactos estrechos, por lo que podrían hacer saltar por los aires la disponibilidad de camas y de personal médico. 

La provincia cuenta con 120 plazas de aislamiento sanitario, de las que 36 están ocupadas con pacientes positivos para COVID19 y/o casos sospechosos. 

La contracara de esta actitud preventiva, una vez más, es la CABA, que a pesar de mantener un altísimo promedio de contagiados diarios continúa con las políticas de apertura y de ajuste sobre el sector sanitario. ATE denunció este jueves “recortes y despidos en el ministerio de Desarrollo de la Ciudad”, que alcanzan a “un 10 por ciento de trabajadores que venían sosteniendo sus tareas laborales bajo modalidades de contratación precarias, de fraude laboral. Se decide reducir en ministerios denominados por el propio GCABA como esenciales mientras se agudiza la pandemia, desconociendo el decreto presidencial sobre prohibición y suspensión de despidos”.

“Muchas de las personas despedidas son mujeres; al igual que en las tareas domésticas, las del ministerio se encuentran altamente feminizadas. Muchas también son madres -único sostén de familia- y realizan tareas de trabajo remoto, quedando sobrecargadas por los cuidados de hijos y familiares a cargo, presionadas por la falta de recursos gubernamentales que redundan en sobreexigencias. Se registraron casos de arbitrariedad desmedida como el de despedir a una trabajadora por no presentarse al 'voluntariado estatal’ siendo que se encontraba en aislamiento preventivo al ser contacto estrecho por COVID-19, contando con todos los certificados del ministerio de Salud. Por tanto, estos despidos además de ser injustificados, discriminatorios, y poco éticos, reflejan niveles de violencia laboral y de género de forma muy explícita”, amplía el comunicado. 

La situación en la CABA –cuyos datos oficiales son muy cuestionados- llegó al extremo de llevar al ministro Nicolás Trotta a ofrecer “computadoras y acceso a wifi para 6.500 niños de sectores vulnerables”, que la gestión Rodríguez Larreta quería obligar a retornar a las aulas, exponiéndolos al contagio, según denunciaron los sindicatos docentes del distrito. Lo único que parece haber conformado a la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, para dar una marcha atrás en esa decisión fue que la plata la pusiera otro. En este caso, el estado nacional. Siendo que la ciudad Autónoma de Buenos Aires es la más rica del país, y seguramente los esfuerzos nacionales deberían ponerse a disposición de las localidades más carenciadas. 

Pero no hubo caso. Los niños pobres y los trabajadores no tienen lugar en las prioridades de Juntos por el Cambio. No es una novedad, aunque pueda resultar indignante. (www.REALPOLITIK.com.ar)

APOYÁ A
REALPOLITIK

Periodismo independiente.
Información sin censura.

COLABORÁ DESDE $290 POR MES

COMENTÁ / VER COMENTARIOS