COVID-19: “Los intensivistas estamos al borde del agotamiento y peligra la saturación del sistema”

Los más de 10 mil casos positivos diarios en nuestro país alertan, principalmente, sobre la estructura sanitaria para contener a los enfermos de coronavirus sin que se desborden las unidades de terapia intensiva (UTI). Lentamente, la ocupación de las camas va creciendo y es una situación que preocupa al presidente Alberto Fernández, quien no descartó volver a tomar medidas más drásticas para priorizar las vidas ante el “relajamiento social”.  

Evidentemente, los trabajadores de la salud son los más afectados, con jornadas laborales a destajo y teniendo que lidiar con escasos recursos humanos, además de las muertes que, inclusive, afecta a sus propios colegas. En este sentido se pronunció la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), con un comunicado donde dejaron en claro que están “perdiendo la batalla”, al cual remitió uno de sus miembros, Arnaldo Dubín, en conversación con RADIO REALPOLITIK FM.

“Nuestros relevamientos periódicos, en hospitales públicos y privados, con prestigiosos jefes de servicio, hablan de una ocupación cercana al 90 por ciento”, indicó. Al respecto, explicó cómo se agravó la situación de su sector con la pandemia: “Ya de por sí, los intensivistas éramos pocos con el desgaste físico y psicológico que representa nuestro trabajo, además de salarios bajos, lo que repercute en las vacantes que quedan libres”. En tanto, agregó: “Ahora todo empeoró, con una sobrecarga laboral enorme y los pacientes con COVID que son un desafío extraordinario”. 

“Son varias horas con los pacientes porque requieren mucha asistencia y nosotros estamos con elementos de protección personal molestos, que tenemos que cambiarlos cada vez que entramos y salimos”, enfatizó. Por lo tanto, profundizó: “Con este panorama, estamos proclives a errores y expuestos al contagio; la fatiga es absolutamente esperable”.  

Sobre la reunión que tuvieron con Alberto Fernández, junto a otros especialistas del área, Dubín contó que al mandatario le reflejaron una “situación extrema” y que ellos están “al borde del agotamiento” con los casos creciendo exponencialmente y el riesgo que conlleva esto para la “saturación del sistema de salud”. Sin embargo, su principal preocupación excede al dirigente del Frente de Todos, ya que consideró el déficit de intensivistas como un “problema universal” y que su formación no es de un día para el otro, sino que dura “cuatro años”.

Sin la experiencia necesaria de estos profesionales, comparó su hipotética inserción laboral como “mandar un piloto de caza a la guerra después de haber trabajado con un simulador de vuelo”. También descartó la posibilidad de que vengan médicos cubanos a nuestro país, lo que calificó como “inviable” y apuntó al recurso humano exiguo de su profesión: “La situación de Jujuy lo desnuda, el propio gobernador Morales (Gerardo) lo reconoció: tienen camas y hospitales, pero no gente idónea”. 

Finalmente, apeló a la responsabilidad ciudadana y cuestionó las aperturas en el distrito de Horacio Rodríguez Larreta. “La única posibilidad de frenar esto es el aislamiento, que la población se mantenga en su casa y, si salen, que lo hagan con los elementos de higiene necesarios y no con el barbijo de adorno como muchas veces lo llevan; y obviamente deben evitar la peligrosa convocatoria a reuniones sociales”, dijo. “Tampoco ayudan las versiones edulcoradas de la realidad, los 1.340 contagios promedio en la ciudad de Buenos Aires, por más que sean una meseta, son capaces de saturar al sistema”, sentenció. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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