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15 de septiembre de 2020 | Opinión

Burocracia

Esperando a que el IPS y la DGCYE se dignen a jubilarme

Soy profesora de educación superior de la provincia de Buenos Aires. En 2001 me jubilé por el cargo de orientadora social también dentro del sistema educativo bonaerense. 

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por:
María de los Ángeles Paz

Paralelamente desde 1995 me desempeñe, y me desempeño, como profesora de educación superior artística. En 2010 decidí que ya era hora de retirarme del sistema educativo. Por eso, inicié los trámites para obtener mi jubilación del cargo de profesora.

Estoy hablando de septiembre de 2010. Y no de un juicio, sino de un pedido de retiro y actualización del haber jubilatorio. El trámite se alargó, por razones burocráticas de una manera incomprensible. 

El 18 de octubre de 2019 el IPS, por resolución firmada por su directorio, dio por aprobado mi reajuste en base a mi historia laboral en educación superior. Con esta Resolución se unifica y reajusta mi haber actual. A esta altura creo que viene a cuento decir que mi haber jubilatorio está por debajo de la línea de indigencia, es de 11.400 pesos porque en algún tramo de toda esta historia (febrero de 2016), para no complicar el expediente, no recibí más aumentos. Repito: estoy cobrando la misma suma mensual que percibía en febrero de 2016.

Continúo.

A partir de la resolución del IPS, en la que se aprueba el reajuste de mi haber, el expediente pasó a la dirección General de Cultura y Educación, departamento de Jubilaciones, a donde llegó en diciembre de 2019. Allí deben fijar la fecha de mi cese. Pero sobrevino el periodo de vacaciones (largas vacaciones: últimas semanas de diciembre, enero, febrero y casi todo marzo). Hasta que el 20 de marzo comenzó la cuarentena. Y el departamento de Jubilaciones de la DGCYE parece que dejó de trabajar, tanto de manera presencial como remota. Por lo menos en lo que atañe a mi expediente.

Y así estoy, esperando que ocurra casi un milagro: que la DGCYE se decida a cesarme en mi cargo.

Aclaro que tengo 72 años. O sea, edad y antigüedad de trabajo que cumplen con todos los requisitos legales. Y repito: mi caso no es un juicio, sino un trámite administrativo que disponga el cese para efectivizar la resolución dictada por el IPS en octubre de 2019. Y de esta forma poder cobrar una jubilación actualizada.

Solo estoy pidiendo justicia. Para mí, para tener un haber jubilatorio digno. Y para que mi lugar pueda ser ocupado por docentes jóvenes y que se produzca el recambio generacional.

 

(*) María de los Angeles Paz. DNI 5774721.


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