Me tiré por vos: Otra mirada sobre el legendario salto de Charly García 

"Estaba muy aburrido en la Mendoza fatal. Dije: '¿Qué me falta ahora? Sólo aprender a volar?’”, cantaba Charly García en el arranque de “Me tiré por vos”. La canción pertenece a “Sinfonía para adolescentes”, el disco-retorno de Sui Generis publicado en octubre de 2000. En marzo de ese año, el músico había sorprendido a propios y extraños en el primer verano del post-menemismo lanzándose desde el piso 9 del hotel Aconcagua de Mendoza y aterrizando en la pileta sin siquiera un rasguño. 

Pasaron dos décadas del episodio y fueron numerosos los relatos sobre el hecho en un amplio abanico que va desde periodistas de toda gama, los dicen-que-dicen, algunos advenedizos de turno y hasta el propio Charly. Sin embargo faltaba una versión sensible: la de Gabriel Ganem, su asistente de confianza en aquellos años. Ganem acaba de comentar su historia de los hechos en una jugosa entrevista por Zoom con Roque di Pietro, periodista, editor literario y autor del libro “Esta noche toca Charly”.

Ganem asistió a Charly entre 1997 y 2007, período en el que asegura haber trabajado en “aproximadamente mil shows”, entre “oficiales y otros”. Era quien acompañaba a García sobre todo de noche, ya de que día normalmente lo hacía Adriana San Román, prima del músico y reconocida vestuarista del rock. 

Charly García estaba en Mendoza porque había participado de un recital gratuito junto a Mercedes Sosa en el estadio Malvinas Argentinas. Luego de ese evento, el músico fue a un boliche junto a su comitiva, donde tuvo un incidente con una mujer que le estrelló un vaso de vidrio en la frente. Esta situación derivó al día siguiente en una denuncia judicial y en la intervención de la policía provincial, cuya numerosa dotación acudió al hotel con el propósito de detenerlo.

Ganem, que estaba en un hospedaje cercano, se despertó por el batifondo que provenía de la calle. “Empecé a escuchar sirenas, ruido. Había mucho alboroto. Me levanto, abro el postigo y veo que pasan patrulleros, sirenas, cosas raras, gente corriendo. Prendo la tele para ver la hora y puse Crónica TV. Lo único que vi fue una placa roja: “Charly se tiró de un noveno piso”. Lo cuento y se me pone la piel de gallina. Me agarró un ataque y rompí el televisor. Me apresuré: no vi el desenlace de la noticia”, recordó en la entrevista con Di Pietro.

“Cuando llego al Aconcagua, en el lobby había grupos de periodistas, grupos de policías, gente de traje, todo vallado. Todo muy raro. Agarro al gerente del hotel y le dijo: ¿Dónde está el cuerpo? El tipo temblaba”, continuó Ganem, quien reconoce que fue al hotel creyendo que Charly había muerto. Sin embargo García estaba en la pileta, nadando.

“Adriana estaba tomando sol en la terraza. Era la única persona que estaba en la habitación (al momento del hecho)”, confiesa el asistente. Este detalle contradice otras versiones que indicaban que había otras personas en el cuarto, incluso aquellas que lo señalan al propio Ganem como uno de ellos. “No se quién da la orden, pero le ponen un policía del hotel en la puerta. ‘Nadie entra ni nadie sale’, dice. En eso se abre de golpe y me meten”.

“La terraza tenía una baranda con una especie de cera alrededor para que no se paren las palomas. O sea que Charly, cuando estudió su salto, tuve que ejercer fuerzas en sus pies para que se despeguen del borde”, describe el asistente. “El rumor es que Menem lo llamó y le dio tranquilidad de que podía salir. Era normal que pudiera llamarlo alguien de poder. Lo podía llamar cualquier persona de cualquier parte del mundo a cualquier hora. Charly, si lo acorralás, se va a escapar tipo Rambo”. Este relato abona una teoría que se instaló recién con el paso del tiempo: García se tiró hacia la piscina porque fue la única salida que encontró para escapar del asedio policial.

Pocas horas después, ya en el aeropuerto de Mendoza a la espera del avión de regreso, Gabriel Ganem dice que “Charly ya estaba diciendo ‘Me tiré por vos’. Para ese entonces la noticia estaba en todos los medios”. El regreso, sin embargo, no fue para nada tranquilo: García estuvo parado en gran parte del vuelo, incluso cuando aterrizaban, mientras en el camino desde Aeroparque hasta su departamento de Coronel Díaz y Santa Fe fue escoltado por numerosos periodistas. El raid mediático prosiguió en una peluquería lindera al edificio donde vivía.

“Llamaron amigos-hermanos. Como Mercedes Sosa. O Fito Páez, que estaba muy preocupado. Fito llamaba siempre para ver cómo estaba. Era como una madre”, aporta Ganem, quien además recuerda que luego “Charly tuvo que volver a Mendoza por un juicio oral”. 

Como sea, la ciudad cuyana fue epicentro de sonados conflictos del ex Sui Generis y Serú Girán: en agosto de 1987 estuvo detenido tras bajarse los pantalones en un recital en el estadio Pacífico (de allí su famosa respuesta a un policía que lo quiso detener: “¿Quién te manda a no estudiar?”), mientras que en junio de 2008 fue sedado después de una noche órdago para ser automáticamente trasladado a Buenos Aires, donde comenzó su último gran tratamiento de rehabilitación. 

“A Charly lo cagaron mucho, pero Charly no cagó a nadie. Aun así, en ningún tipo de situaciones se le ocurrió mandar al frente a alguien. Siempre tuvo un nivel muy alto en ese sentido”, concluyó Ganem. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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