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2 de octubre de 2020 | Nacionales

El fracaso de Alberto Fernández

Coronavirus: En tiempo récord, Argentina pasó de “ejemplo” a paria del mundo

Más allá de la dialéctica y los relatos utópicos, el país pierde en los dos frentes. La economía profundizó su recesión, con niveles preocupantes de desempleo y pobreza, al tiempo que la estrategia en salud hizo agua y está entre los ocho países que peor administraron al coronavirus.

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La estrategia del gobierno de Alberto Fernández fracasó. Ya no quedan dudas. En la llamada “falsa dicotomía” entre la salud o la economía, el primer mandatario eligió pobremente, y el resultado final es que perdió en ambos campos, y con él la población entera.

Actualmente, según el informe oficial de la ONU y del sitio web Worldometers, Argentina se encuentra en el puesto 8 entre los países que peor han administrado la lucha contra el coronavirus. Son 203 los países que actualmente sufren el embate de la pandemia, y el gobierno de Alberto Fernández se ubicó rápidamente entre los peores diez. Lejos, muy lejos, de la imagen utópica y legendaria que el discurso kirchnerista planteó en el mes de marzo.

A modo de ejemplo, India, que cuenta con 1.300 millones de habitantes y 6 millones de infectados, tiene actualmente un promedio diario de 114 muertes. Argentina, con algo más de 44 millones de habitantes (un 3 por ciento de la población india) y 750 mil infectados, ya superó las 400 muertes diarias.

Hoy por hoy, vastas regiones del planeta comenzaron a prohibir la entrada al país de cualquier persona que haya pasado por Argentina. Arabia Saudita tomó la posta en este sentido y el Reino Unido y Nueva York comenzaron a tomar recaudos en la misma dirección. En apenas seis meses, Fernández llevó al país de ser “el ejemplo en la lucha contra el coronavirus” a ser poco más que un paria.  

La economía del país, a lo largo de la cuarentena, ingresó en un espiral recesivo aún más profundo del que arrastraba desde abril de 2018. No fue una sorpresa para nadie, dado que el propio presidente lo anticipó en su primera alocución al respecto, en el mes de marzo, cuando afirmó que “entre la salud y la economía, elijo la salud”.

El resultado, sin embargo, fue peor de lo esperado. Según las últimas proyecciones oficiales, Argentina terminará el año con una caída del 12 por ciento en su producto bruto interno, superando por primera vez a lo registrado en la crisis de 2001-2002. Masivas pérdidas en los puestos de trabajo y el cierre sistemático de empresas y comercios que no han soportado el peso del aislamiento provocó un nuevo salto en la pobreza, que ya alcanzó al 40,9 por ciento del país. La propia CEPAL aseguró que el incremento de niveles de pobreza se ha generalizado en todo el mundo, pero son pocos los países que muestren la tendencia ascendente de Argentina.

Finalmente, el país perdió en los dos frentes. A poco más de siete meses de cuarentena, llegó la hora de asumir la derrota. Tal y como manda el decálogo del folclore político argentino, lloverán las acusaciones cruzadas y los dedos señalarán culpas a unos y otros, pero lo que no será pasible de manoseos es la realidad. La economía quedó atrapada en una encerrona de deudas, inflación, recesión, desempleo y pobreza. Y poco y nada se pudo hacer por la salud. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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