Municipales
Tiempo de decisión
Argentina, sin lugar para los tibios
Los tiempos de la política se aceleran. La transición hacia la denominada “nueva normalidad” se disparó este fin de semana, debido al convencimiento del amplio arco de sectores que componen el Frente de Todos de que no podría mantenerse la pasividad y el aislamiento frente a los embates de la oposición y del poder fáctico.
El PJ rompió el fuego. No sólo convocó a un acto virtual para la conmemoración del 17 de octubre, en el que aspira a sumar más de 1 millón de participantes, sino que su comité nacional le ofreció encabezar una lista única para la presidencia partidaria a Alberto Fernández. Todo el fin de semana se replicaron las reuniones de Zoom a lo largo de todo el país para organizar el multitudinario evento virtual.
Llamó la atención también la nutrida movilización de militantes y dirigentes del partido del Trabajo y la Equidad (ParTE) –presidido por Alberto Fernández-, Espacio político Aires CABA y Nuevo Espacio Peronista (NEP), convocada este sábado al mediodía por las redes sociales, en la puerta de la residencia de Olivos para manifestar su apoyo al presidente de la Nación y al gobierno nacional. La decisión no es menor, ya que implica un punto de inflexión en la decisión presidencial de evitar las aglomeraciones urbanas en tiempos de pandemia.
Jorge Elbaum en la publicación “El fin de la tregua”, en el medio “El Cohete a la Luna”, afirma que resulta indispensable retomar el control de la calle, para revertir la falsa imagen que se ha formado la opinión pública sobre un eventual debilitamiento de la coalición del Frente de Todos. El gobierno sabe que debe salir a disputar el terreno palmo a palmo. Los portaaviones comenzaron a moverse.
Del lado del blindaje mediático del círculo rojo la apuesta se redobla. En su nota de este domingo en La Nación, Joaquín Morales Solá titula: “El proyecto de Máximo presidente”, y enumera lo que a su juicio fueron las sucesivas ofensivas de Cristina Fernández para limar a Alberto Fernández y someterlo a su voluntad, a fin de preparar el terreno para la candidatura de su hijo.
¿Cómo podría pasar de la baja medición actual -que consigna Morales Solá- a una victoria electoral en 2023, que es algo que no aclara? Lo importante es darle de comer a trolls y antiperonistas fundamentalistas, para retroalimentar constantemente la grieta. Con esta estratégica tan básica, digerida por un público al que ha definido como “reptiliano”, sin capacidad de reflexión propia, a la oposición no le ha ido tan mal hasta ahora. Las acciones del tándem Horacio Rodríguez Larreta - María Eugenia Vidal – Martín Lousteau están en alza, mientras que los “halcones” –Mauricio Macri, Patricia Bullrrich y Miguel Pichetto- definen las líneas de confrontación del discurso de Juntos por el Cambio.
Las decisiones de la Justicia, aceptando el per saltum y confirmando el procesamiento de Cristina Fernández, la han ubicado explícitamente en uno de los segmentos de la grieta. Del otro, han salido a presentar sus argumentos los principales referentes jurídicos del cristinismo, y hasta el titular de la Oficina Anticorrupción, Félix Croux, salió a sentenciar que “la Corte Suprema ya no tiene autoridad”. Para buena parte de la sociedad argentina, su autoridad moral ha quedado definitivamente liquidada, de modo inversamente proporcional al incremento de su poder institucional.
Es, justamente, en este contexto volátil y explosivo en el que Alberto Rodríguez Saá salió a afirmar que “no hemos tenido un proyecto peronista”, en la reunión del consejo nacional del PJ que el viernes pasado le ofreció la presidencia del partido a Alberto Fernández, y que Horacio Verbistky manifestó su preocupación por las medidas económicas anunciadas por Martín Guzmán y Miguel Pesce -por cuerda separada- en apenas algo más de una semana y por las “impensadas derivaciones” del per saltum de la Corte Suprema.
La novedad es que el gobierno nacional y el PJ han decidido salir a jugar con fuerza las cartas de que disponen. El momento lo amerita, ya que el riesgo de la anomia como consecuencia de la confrontación de poderes institucionales está latente.
Es tiempo de decisión. En el peor momento de la pandemia y con un clima económico internacional adverso, con las elecciones en los Estados Unidos como telón de fondo, la Argentina deberá tomar decisiones trascendentales para su futuro. El nuestro, el de todos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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