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11 de octubre de 2020 | Municipales

Tensión en zona sur

Quilmes: Sesenta familias intentaron una toma y escracharon la casa de Mayra Mendoza

Los usurpadores intentaron ocupar las viviendas abandonadas del barrio Memoria, Verdad y Justicia de Quilmes Este, exigiendo que el municipio les permita habitarlas. Ante la negativa de la intendente, marcharon a la municipalidad y a su domicilio personal.

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El barrio Memoria, Verdad y Justicia, situado sobre las calles Mozart y José Hernández de Quilmes Este volvió a ser noticia. Inaugurado en el 2015 con el objetivo de resolver los problemas habitacionales que aquejan al municipio, tiene una historia de tumultos y tomas que pareciera nunca acabar.

Compuesto por una serie de edificios en bloque, fueron adjudicados 48 departamentos durante la primera entrega con la presencia de Estela de Carlotto, aunque poco tiempo después se suspendieron las siguientes etapas.

Durante el 2018, ya en la gestión de Martiniano Molina, unas 24 familias fueron desalojadas por la policía en un masivo operativo en el que hubo seis detenidos y varios heridos leves. En aquel momento, las familias se habían instalado en el Bloque 5 del complejo, una de las torres que todavía no había sido terminada.

Durante los últimos días , unas sesenta familias intentaron tomar un grupo de viviendas que quedaron sin terminar desde la gestión de Francisco “Barba” Gutiérrez. No se trata de departamentos, sino de casas en las que apenas se vislumbran las paredes y las aberturas, y que aún carecen de pisos, techos y terminaciones. Según supo REALPOLITIK, las mismas fueron abandonadas por la empresa constructora, cansada de la falta de pago del estado.

Las familias intentaron llevar adelante la toma de las casas asegurando que “no tienen dueño” y exigieron que el municipio les permita quedárselas. El proyecto de las familias es terminarlas ellos mismos para poder habitarlas. Sin embargo, desde el municipio que conduce Mayra Mendoza mostraron una negativa rotunda a la iniciativa.

Horas después, una parte de ellos ocupó los accesos a la municipalidad exigiendo una respuesta favorable de parte de Mendoza. Luego, incluso, se trasladó hasta la puerta del domicilio personal de la intendente y comenzaron a escracharla a la espera de una solución.

“¿Por qué la intendente puede dormir calentita y nuestros hijos no?”, se preguntaron en medio del reclamo. “Que no se quede refugiada en su casa”, exclamaron hasta las primeras horas de la mañana. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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