La causa de la “megabanda” pone los ojos sobre el Grand Bell

La causa denominada “Megabanda”, supuestamente compuesta por policías, jueces, barras bravas y ex convictos, se mantiene sin los jueces y fiscales que van a efectivizar la sentencia. A la espera de la formalización de los magistrados intervinientes, el ex juez de Garantías Nro. 2 de La Plata, César Melazo, es uno de los apresados en la Unidad 31 del Penal Federal de Ezeiza, acusado de liderar una asociación ilícita llamada “La banda del comisario". 

Otro de los detenidos en la causa que comenzó en el 2014 es el primer fiscal, Tomás Morán, apartado de la investigación y actualmente en prisión domiciliaria luego de que uno de los acusados (Javier Ronco) denunció que le había pedido 30 mil dólares –mediante el abogado platense, Gustavo Galasso- para desvincularlo. Además, Enrique "Quique" Petrullo y Rubén “Tucumano” Herrera –ex jefe de la barra brava de Estudiantes de La Plata- también están privados de su libertad, acusados de integrar la banda comandada por el ex juez Melazo.

Sin embargo, más allá del avance de la investigación en los últimos años, que incluyó otras capturas relacionadas a ex comisarios de la Policía Bonaerense, la problemática actual radica en la controvertida situación –que no se encuentra debidamente saldada- del Tribunal Oral Nro. 2 de La Plata y los magistrados que deben juzgar a los imputados en el debate oral y público. Entre estas excusaciones, cabe destacar que los agentes fiscales que fueron sorteados para el juicio se encuentran sin posibilidades para hallar al representante del ministerio Público, justamente por los apartamientos que estos excusaron por “tener o haber tenido contacto” con uno de los ex magistrados de Melazo.

De este modo, los jueces Claudio Bernard y Liliana Torrisi se desligaron de la causa manifestando “enemistad manifiesta” y “lazos de amistad con Melazo", respectivamente. En tanto, la fiscal de juicio Victoria Huergo también se excusó y su planteo deberá ser resuelto por los jueces que compongan el tribunal. Finalmente, los fiscales Martín Chiorazzi, Graciela Rivero, Leila Aguilar y Helena de la Cruz tampoco aceptaron su nombramiento, al igual que el juez Emir Caputo Tártara quien alegó “amistad” con Melazo. Evidentemente, el papelón judicial está a la vista ya sea por intereses o miedos ocultos, en una causa donde nadie quiere agarrar el fierro caliente.

En este caso, el dato de color involucra al abogado procesado Gustavo Galasso, a quien según fuentes judiciales vieron ingresar al hogar de una de las fiscales del departamento judicial La Plata, domiciliada en el Grand Bell. Fue hace alrededor de diez días cuando, fruto de la casualidad, uno de los familiares de los sindicados en la causa vio ingresar al letrado a la propiedad de la funcionaria judicial. Esto, lógicamente, provocó serias dudas en torno a la labor del ministerio Público Fiscal y, según supo este medio, se decidió solicitar a la administración del club de campo un oficio para que este hecho se incorpore como prueba documental. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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