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31 de octubre de 2020 | Nacionales

Vía Facebook 

Militante de La Cámpora denunció a Lauro Grande por abusar compañeras y encubrir abusos sexuales

Tras el aniversario por el fallecimiento de Néstor Kirchner, una militante de La Cámpora se animó a denunciar públicamente los manejos de la organización y especialmente a su referente Lauro Grande. “Hay que cambiar el discurso de que cuidar a la organización sea el silencio de las compañeras”, afirmó.

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Carolina Corbalán, una militante de La Cámpora de la localidad de San Martín, publicó un descargo en su cuenta de Facebook con duras críticas hacia la conducción de la agrupación que lidera Máximo Kirchner. Y aunque muchas de las acusaciones fueron de índole general, se centraron en el comportamiento de uno de sus referentes: Lauro Grande, titular de la Unidad de Articulación Territorial del ministerio de Obras Públicas de la Nación, que conduce Gabriel Katopodis.


Lauro Grande fue diputado. Ahora, como funcionario de Katopodis, cobra 260 mil pesos mensuales.

A lo largo del extenso posteo, Corbalán acusó a Grande de “pisotear compañeras”, no solo haciendo uso de “insultos” y “humillaciones” sino también bancando “abusadores en lugar de defender a las pibas”: “Yo no me olvido que hiciste mil malabares para cubrir el abuso sexual de mis compañeras y para culparlas a ellas en lugar de hacerte cargo de lo que era tu responsabilidad”, afirmó la militante. 


Lauro Grande junto al ministro Andrés Larroque y el gobernador Axel Kicillof.

La carta de Corbalán apunta a un tema frecuente dentro de La Cámpora: los abusos, la violencia de género y la denigración de la mujer. Y aunque estas denuncias dentro de la organización juvenil se cuentan por docenas, la militante solo atinó a mencionar otro caso más: el de Nahuel Jones, un referente de Grande al que acusa de “abusar compañeras en su propia unidad básica”. 

Persecución, revictimización, aprietes y encubrimiento son solo algunas de las palabras con las que Corbalán define la conducta de Lauro Grande

“Nos hiciste creer que la política era eso. No, no es eso la política, ni está bien. Ni las manupilaciones, ni las extorsiones, ni tus maltrastos, ni tus insultos en privado y en publico como si fuésemos basura, la manera en que nos trataste a todos pero sobre todo a nosotras: de putas, conchudas, locas y pelotudas”, denuncia Corbalán.

¡NO ME CALLO MÁS! #VIOLENCIAPOLÍTICA

Mientras sigo militando con compromiso y alegría con mis compañerxs, porque para mí La Cámpora  representa a Néstor y Cristina, me indigna ver cómo ‘’referentes’’ misóginos y hostigadores como vos se arrogan representar un proyecto político que para mi representa otra cosa. El amor, las ideas, las convicciones y la lucha por la igualdad, el respeto y la solidaridad. Los derechos de las mujeres.  

Hay cuestiones que las compañeras no podemos tolerar más, en este tiempo que vivimos las mujeres no nos callamos mas. 

Voy a hablar de vos Lauro Grande.  

De tu maltrato sistemático hacia las mujeres, de tu misoginia y de cómo lográs que muchas compañeras y compañeros crean que es correcto y que está bien hostigar, maltratar y abusar de compañeras.

Ante la impunidad, las provocaciones constantes y los manejos denigrantes tomé la decisión de contar lo que me pasa y lo que nos pasa como colectivo de mujeres en La Campora San Martín, organización a cuyas compañeras te cansaste de pisotear. Porque yo no me olvido de tus insultos, tus humillaciones y tus manejos para bancar abusadores en lugar de defender a las pibas. Porque yo no me olvido que hiciste mil malabares para cubrir el abuso sexual de mis compañeras y para culparlas a ellas en lugar de hacerte cargo de lo que era tu responsabilidad. 

Los ‘’referentes’’ violentos como vos solo me generan repudio y vergüenza. Yo no me olvido del 8M en que mandaste a Lucía Grodsinsky, Valeria Rizzi y Vicky Pastori a una marcha de mujeres a agredir a otras mujeres. Tu línea siempre fue la de maltratar, humillar, acosar. Y aunque muchos lo sepan y miren a un costado, este es el momento de dejar de ocultarnos. Hasta acá llegamos con el silencio cómplice.  

Yo no me olvido que mandaste a sobornar compañerxs para comprarles su silencio. Que  algunos como Manuel Di Benedictis te pagaron con su complicidad los favores que les hiciste en política. Manuel, que sabiendo de las situaciones de abuso y violencia que vos mismo tuviste con compañeras que militaban con el, te defendió para preservar su cuotita de poder. 

¡¡¡Vergüenza me da que hayas mandado a Lucía y a Valeria a amedrentar a las pibas para que se callasen la boca!!! Después de todo lo que pasaron, las persiguieron y revictimizaron para que la verdad no salga a la luz. Me da vergüenza que las mandes a simular que les interesa el feminismo y la lucha de nosotras las mujeres, para incomodarnos a las compañeras que históricamente militamos el género en San Martín. Me da asco ver cómo las mandás a coparnos los espacios para que tampoco podamos hablar. Me parece denigrante que sigas dándole lugar a un tipo como Nahuel Jones, que siendo tu referente de secundarios abuso de compañeras en su propia básica, defendido por vos a ultranza mientras a tus compañeros les vendías el cuentito de que era una opereta y que las pibas mentían. Indigna que para vos un tipo así sea un héroe. Pero es lógico viniendo de vos.

No me olvido de cómo nos apretaste a todxs para que nos quedemos calladas mientras vos encubrías los abusos. Nos amenazaste con dejar a compañeros y compañeras sin laburo, jugaste siempre con el miedo y las necesidades de todxs como si fueses intocable. Y nos hiciste creer que la política era eso. No, no es eso la política, ni está bien. Ni las manupilaciones, ni las extorciones, ni tus maltrastos , ni tus insultos en privado y en publico como si fuésemos basura, la manera en que nos trataste a todos pero sobre todo a nosotras: de putas, conchudas, locas y pelotudas. 

Por eso no voy a permitir que nos sigas pisoteando ni a mí ni a mis compañerxs, que sí militamos en serio, que remamos contra la corriente porque creemos en lo que hacemos, no usamos la política como pantalla para someter a otrxs y creernos superpoderosos. No somos cínicos e hipócritas pintando murales sobre la violencia para provocar a las compañeras.

La Cámpora fue muy generosa con vos, los compañeros y compañeras fuimos muy generosxs e indulgentes con vos. Te dejamos pasar un millón de cosas. Y a pesar de toda la decepción que nos generaste seguimos militando, aunque nos hayas denigrado y ensuciado, seguimos bancando las banderas que siempre defendimos  sin dudar. Jamas te pagamos con la misma moneda, al punto tal que muchos de los que hoy te siguen ni siquiera saben lo que sos, no tienen idea de lo que pasó ni de lo que pasamos. 

Porque no quiero creer que todxs los que te siguen sean complices tuyos, creo que muchxs se sorprenderían de saber quién sos. Y aunque me de bronca lo que hacen, sé que los compañerxs no tienen la culpa, el problema sos vos. Siempre fuiste vos.

Llegue al punto de hartazgo cuando después de la caravana de este martes, que era para culminar un día hermoso de homenajes a Néstor Kirchner, esperaste a que nuestros compañeros ya se hubiesen ido y quedásemos cinco compañeras solas, encerradas en un auto, para mandar a tu empleado (porque este si no es más que un empleado) Gustavo Pisano a burlarse, tirarnos besitos entre risas y hacernos gestos humillantes, riéndose de nosotras y provocándonos, sacando a relucir su poder como siempre hiciste vos. 

Nos costó mucho darnos cuenta, pero abrimos los ojos y tomamos valor. No me importa si mis palabras no logran ningún impacto en nadie, no me importa si hay quienes todavía te tienen temor, yo voy a contarlo igual, voy a hacer que sea visible porque no te tengo miedo. Sé lo que me espera pero vos ya no vas a tener más la comodidad de mi silencio.  

Y ojalá que muchas de las que todavía están ahí y te bancan en silencio, algún día puedan empoderarse y creer en ellas lo suficiente como para dejar de estar sometidas a vos. Porque se lo debemos a todas las compañeras que se fueron de nuestra organización por vos, a todas las que soportaron y soportamos la violencia de tu parte. 

Hay que cambiar el discurso de que cuidar a la organización sea el silencio de las compañeras. Cuidar a nuestras compañeras es cuidar a la organización. Porque quiero a mi organización, porque pienso que la patria es el otro siempre, porque creo en nuestra lucha para ser valoradas y que se respeten nuestros derechos, y creo en la política para transformar la realidad de las mujeres. ¡¡Por todo eso no me callo nunca mas!! Y ojalá todas tus víctimas se animen a hablar. Yo sé que tarde o temprano el patriarcado se va a caer. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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