Puan: El intendente Castelli busca arrebatarle un hospital a una sociedad de beneficencia

Hace tres años, producto de un problema económico de la sociedad de beneficencia del hospital privado de Darregueira –que incluía el pago de aportes atrasados al personal- la municipalidad de Puán, conducida por Facundo Castelli, se hizo cargo de los sueldos de los médicos, tercerizando enfermería y mucamas a la comisión para que conserve los empleados que ya estaban. El acuerdo, que se realizó en una cesión comodato de la institución, también contemplaba un informe mensual de la comisión sobre los valores que la comuna debía abonar en concepto de sueldos y cargas sociales. 

Sin embargo, el contrato empezó a resquebrajarse a partir de una deuda del municipio por 9 millones de pesos entre viandas para internados, personal y médicos, más cargas sociales y aportes pendientes para los trabajadores que fueron expuestos por la comisión mediante una carta a documento. Actualmente, la demanda continúa sin saldarse y la tensión entre las partes aumentó con una denuncia del ejecutivo local a la sociedad de beneficencia -tras una auditoría- por trabajadores a los que les pagaba y supuestamente no se desempeñaban en el hospital, sino en un hogar de ancianos.  

Ahora el intendente Castelli busca apropiarse del hospital municipal y, de esta manera, incumplir el acuerdo que garantizaba la incorporación del nosocomio al esquema de coparticipación de Salud de la provincia de Buenos Aires para obtener más recursos. En tanto, ordenó que los empleados de la sociedad de beneficencia, que tienen quince años de antigüedad, pasen a formar filas como municipales.

En diálogo con REALPOLITIK, el integrante de la sociedad de beneficencia, Marcelo Weinberger, contó sus sensaciones sobre el conflicto. “Tenemos los detalles de todas las personas a las que les pagamos, no tiene sustento la denuncia del intendente. Son diez empleados de diferencia los que él dice que les paga y no trabajan en el hospital, de los cuales hay tres que previamente estaban documentados que desempeñan tareas en el asilo”, aclaró. 

“Hoy los médicos atienden por fuera del hospital ya que armaron sus propios consultorios privados a raíz del conflicto con la municipalidad que decretó la emergencia de salud, antes de la pandemia, mediante una ordenanza”, agregó. En esta línea, amplió: “Se cerraron todas las actividades del hospital, excepto de las guardias de emergencia, que son las únicas que atienden”. 

Finalmente, Weinberger dijo que tiene “expectativas negativas” de llegar a una solución, debido a que la intendencia reconoció que “va por todo”. “Pretenden cambiar a los empleados del sindicato de una forma totalmente compulsiva”, añadió. Y concluyó: “En la sociedad estamos desahuciados, con los brazos bajos. Ya en febrero nos habíamos reunido con Kreplak (Nicolás) y se había asombrado con todo lo que le dijimos, pero es cierto que hoy tiene otras prioridades en relación a la tarea caótica contra el COVID”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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