Juan Manuel Casella: “Alberto Fernández depende del humor y las necesidades personales de Cristina”

“Es imprescindible salir de la pandemia y la situación social de forma conjunta. En primer lugar, desde el punto de vista de la salud hay que enfrentar la pandemia con disciplina social, con orden, con cuidado, con respeto, sin tener temor, buscando una disciplina social que permita anticiparse con conductas que sean racionales como el alejamiento, el tapaboca que implica un mínimo de disciplina, aunque percibamos que el porcentaje de casos está disminuyendo”, inició Juan Manuel Casella, ex ministro de Trabajo de la Nación durante el alfonsinismo.

Y continuó: “Desde el punto de vista de la desigualdad nos enfrentamos al problema del crecimiento y la distribución justa de ese crecimiento. Si no enfrentamos esto, Argentina tiene un destino cada vez peor y no podremos evitar que una crisis social atente incluso contra la libertad. De manera que tenemos que trabajar tanto en el frente de salud como en el social”, señaló.

Sobre el presidente y su gobierno expresó: “Yo no veo un gobierno de Alberto Fernández. Veo un presidente que trata de hacer equilibrio en una situación que no maneja, un presidente que trata de modificar la realidad con una verborragia sin demasiado contenido, un presidente que tiene demasiada conciencia de que depende del humor de Cristina Kirchner y las necesidades personales de Cristina Kirchner; un presidente que no tiene capacidad creativa y que no se anima a convocar a la sociedad argentina para buscar líneas de acción de mediano y largo plazo”.

Asimismo, entendió que hay serios problemas que vienen desde hace tiempo y que tienen que ver con las distintas fuerzas con respecto a la mirada que va más allá de la próxima contienda electoral: “El problema central de la política argentina es la falta de visión de políticas de largo plazo. Hay muy poca gente que se ocupe de pensar a dónde va la Argentina. Estamos pensando en qué vamos a hacer el día de mañana y cómo vamos a enfrentar la próxima elección, pero no nos estamos ocupando del destino que requiere un punto en el horizonte para marchar hacía ahí conjuntamente”, planteó. 

A su vez, sobre un posible pacto entendió: “Me parece que el presidente tiene dos o tres prejuicios. Primero, convocar puede ser interpretado como un acto de debilidad; El segundo consiste en que teme la reacción de Cristina y el camporismo que lo van a criticar apoyándose en esa presunta debilidad; y en tercer lugar, me parece que es una razón fundamental a mi criterio, quien convoca debe tener un proyecto y la convocatoria debe ser universal, debe incluir a los partidos de la oposición, empresarios, trabajadores, incluso a las universidades y poner sobre la mesa el proyecto y sobre ese proyecto trabajar, el problema es que el gobierno no tiene ese proyecto”, indicó.

En este marco, el ex funcionario nacional expresó algo que muchos observan en los gobiernos peronistas que es la capacidad de gestionar poder pero no para el cambio social, sino para el mantenimiento del mismo: “El proyecto del gobierno es conservar el poder, pero no sabe bien para qué. Desde el punto de vista económico el propio presidente ha dicho que no confía en los planes. El propio presidente ha dicho que el mérito no es una virtud”.

Finalmente, cerró afirmando que el empleo es el principal problema de la actualidad del país: “La falta de creación de trabajo es uno de los principales problemas de Argentina. La Argentina carece de una fuente de creación de trabajo sería, sostenida, que genere no solamente la actividad laboral, sino además actividad laboral en blanco y salarios adecuados. Cuanto más crezca el presupuesto público, más se va a deprimir la actividad privada por lo que hay que buscar un equilibrio adecuado que requiere de un plan que no existe”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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