Barrios de Pie denunció que “en muchos lugares del país, las salitas de salud cerraron”

“A partir de la pandemia hubo un crecimiento de comedores y merenderos que se profundizó entre junio y julio. Después, se estabilizó y luego volvió a aumentar nuevamente. Nosotros crecimos en cantidad en una proporción importante que casi llega al 50 por ciento, pero crecieron más las personas asistidas en porcentaje que los merenderos y comedores”, comenzó Silvia Saravia.

Asimismo, la coordinadora nacional de Barrios de Pie, sostuvo: “Esto marca que hay un aumento claro de las personas que vienen a pedir ayuda y se suma que la gente también pide mercadería para poder completar las comidas siguientes. La verdad que con la tarjeta Alimentar aflojó un poco, pero a medida que se termina el dinero de la tarjeta por el aumento de alimentos la gente empieza a llegar en mayor cantidad”, señaló.

Y reiteró: “El aumento de los alimentos no estuvo acompañado de la actualización de montos, sólo en la tarjeta Alimentar se hizo un pago reforzado doble en diciembre, pero después mantiene los mismos valores que tenía desde el inicio”.

A su vez, Saravia explicó que “hay varios aspectos que pensar para una salida. Uno de los mismos tiene que ver con el acceso a los alimentos en donde desde el estado deberían garantizar el acceso a alimentos saludables en donde en el país los alimentos procesados tienen un monopolio detrás que no nos alimentan bien por lo que se deberían etiquetar explicitando esto”.

En segundo lugar, entendió como importante: “hay que repensar la cuestión del ingreso porque tenemos una población con niveles de indigencia y pobreza muy graves y eso hace que los alimentos que se compran no sean los indicados porque las carnes, verduras, lácteos son los que más aumentan”.

Y contó: “Con la tarjeta alimentar inicialmente el ministerio de Desarrollo Social tenía un relevamiento que mostraba que se había intensificado el consumo de alimentos saludables, pero después al perderse la capacidad de compra se dio que la gente vuelve a comprar arroz, harina y fideos”.

Para sintetizar, como tercer factor hizo eje en el desarrollo por parte de organismo o instituciones públicas de alimentos: “Obviamente, la producción de alimentos en baja escala, en negocios de cercanía creemos que el estado debe fortalecer este aspecto para que se pueda a otro tipo de alimentación”. planteó. 

Sobre el cierre de las escuelas vinculado a los chicos que allí se alimentaba, comentó: “Creemos que fue un error cerrar las escuelas por el tema de los alimentos porque terminamos cocinando las organizaciones sociales que contamos con espacios muchos más precarios y es una de las grandes críticas porque entregar un bolsón de comida no reemplaza la alimentación diaria”.

Finalmente, cerró haciendo un análisis de la actual gestión: “Alberto Fernández durante la pandemia consiguió tiempo y nos pareció que eso tiene una valoración alta, pero en muchos lugares del país las escuelas estuvieron cerradas y también se cerraron salitas en los barrios que, tal vez, podrían desde ahí haber desarrollado estrategias para evitar contagios y hacer protagonistas a la población en general. Eso demuestra una concepción del sistema de salud donde la atención primaria es deteriorada”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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