La herida entre el sindicalismo y Cristina sigue abierta

El que se hartó y salió a ponerle un freno fue el titular de la UOM, Antonio Caló, quien se negó taxativamente a aceptar la decisión de Cristina de reformular el sistema de salud sindical, y para ello pretende imponer a una de sus alfiles históricas, Liliana Korenfeld, en la Superintendencia de Salud.

Caló no se calló nada antes de ingresar a una reunión de la mesa chica de la CGT, en la sede de UPCN, convocada para discutir este espinoso tema. “No estamos enfrentados (con el gobierno nacional). Yo avalo a este presidente, a este gobierno. Una cosa es la vicepresidenta. Yo estoy de acuerdo con el presidente, las opiniones son distintas. El que manda, el que tiene el bastón de mando es el presidente y yo lo avalo, la señora vicepresidenta tendrá que hacer la función legislativa”, afirmó el líder de la UOM.

Y es que la postulación de Korenfeld por parte de Cristina Fernández encendió las luces rojas dentro del sindicalismo argentino, ya que se trata de una ex funcionaria del riñón de la vicepresidenta, que ya ejerció ese cargo estratégico durante su anterior gobierno. Entonces Korenfeld les bloqueó la transferencia de millones de pesos de las obras sociales, y llevó a la ruptura de varios de los principales referentes sindicales con esa gestión. La herida entre el sindicalismo y Cristina sigue abierta, y los referentes sindicales no son tan tibios ni depende de su dedo al momento de armar sus listas electorales como intendentes y gobernadores. 

Korenfeld es la elegida de Cristina para reemplazar en la Superintendencia a Eugenio Zanarini, funcionario que puso la firma para autorizar el aumento a las prepagas que vio la luz el 30 de diciembre. Tal como es habitual en este gobierno, cuando Cristina dice no, Alberto recula en chancletas, y en menos de veinticuatro horas la publicación del Boletín Oficial fue derogada por decisión presidencial. La determinación de Alberto tuvo consecuencias inmediata: Zanarini sufrió un ataque cardíaco y recién volvió a su oficina este lunes. 

"La señora de la que usted está hablando ya estuvo en la Superintendencia, y hemos trabajado, a mí no me preocupa quién esté, sino que funcione la Superintendencia”, le contestó sin vueltas Caló a un periodista.

Caló también le envió un duro mensaje al gobierno nacional. "Desde 1970 las obras sociales están manejadas por los gremios y hemos dado muestras. Damos salud a 17 millones de habitantes. El gobierno nacional se tiene que preocupar por el desfinanciamiento que hay con las obras sociales en la medida que han aumentado los costos de la medicina y los aportes son siempre los mismos".

Tras la reunión, la CGT emitió un duro comunicado fijando su posición, que luego fue difundido incluso en la cuenta de Twitter del sindicalista más próximo a Alberto, Héctor Daer. “Comparto el comunicado de la #CGT emitido el día de hoy. Seguir fortaleciendo nuestro sistema de salud es prioritario para que cada ciudadano y ciudadana pueda acceder a la prestación en tiempo y forma”.

Comparto el Comunicado de la #CGT emitido el día de hoy.

Seguir fortaleciendo nuestro sistema de salud es prioritario para que cada ciudadano y ciudadana pueda acceder a la prestación en tiempo y forma. pic.twitter.com/AjGR0eHGLG

— Héctor Daer (@hectordaer) January 11, 2021

La confrontación entre Cristina y los sindicalistas es histórica y puede sellar el futuro del Frente de Todos. Con esta nueva ofensiva de la vicepresidenta, la gobernabilidad de una administración timorata y vacilante, poco dispuesta a mantener sus decisiones ante el veto de las corporaciones o de la vicepresidenta, está puesta nuevamente en juego. 

Cristina debería recordar el viejo refrán:  “Tanto va el cántaro a la fuente…”. O tal vez precisamente por conocerlo, esté forzando la ruptura. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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