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20 de enero de 2021 | Provincia

Crueldad y desinterés

IOMA: La burocracia de Homero Giles abandonó a una pequeña en un grave estado de salud

Se trata de Zoe Romero Maldonado, quien contrajo un virus al año de vida y, a pesar de los esfuerzos de su madre, no logra una respuesta de IOMA para poder acceder a una operación programada para el próximo 25 de enero. Quedan tan sólo unas horas, y Giles continúa sin responder.

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La historia de Zoe Romero Maldonado es un símbolo de las falencias del estado. De las fallas de una estructura estatal que se jacta de defender los derechos más fundamentales de sus ciudadanos ante un mundo cruel y capitalista que todo lo corroe.

Zoe adquirió un virus al año de vida, que le provocó un retraso que la lleva a alimentarse a través de un botón gástrico, a respirar a través de una cánula endotraqueal y a montar una suerte de sala de terapia intensiva en el interior de su casa. Hoy, ante la ausencia del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA), su salud corre un peligro aún mayor.

Dado el daño neurológico que la afecta, Zoe sufre hipertonías que terminaron luxando sus caderas. Fue operada en el año 2018 en el Fleni, y su tratamiento continó durante el 2019 con una rehabilitación en kinesiología en un centro educativo terapéutico. En aquel entonces su madre, Tamara Maldonado, recurrió a IOMA para iniciar los trámites de cobertura y solicitar, además, una silla postural, valvas para manos y pies, corset para columna y cuello y un bipedestrador. Con todos estos artefactos, Zoe puede ponerse de pie, aunque al menos sea por unos breves minutos.

La burocracia de IOMA hizo lo suyo y Zoe sólo recibió el bipedestrador y la silla postural, pero tarde. La pequeña había perdido tanto tiempo sin poder hacer la rehabilitación que se reluxó la cadera derecha. El paso siguiente fue someterla a una nueva cirugía, que se programó para diciembre de 2019, pero IOMA volvió a negarse a autorizarla y con ello, complicar la vida de Zoe.

Luego de un préstamo y la contratación de una representante legal, Tamara logró presentar un amparo y en diciembre le reprogramaron la operación de Zoe para marzo. Lamentablemente, la irrupción de la pandemia por coronavirus hizo imposible internarla, por lo que su nueva fecha es el próximo 25 de enero.

Dado que restan pocas horas para el 25, Tamara inició todos los trámites en IOMA para cubrir la cirugía y los insumos quirúrgicos, pero, hasta el momento, la obra social que dirige Homero Giles continúa sin dar respuestas. En palabras de su madre: “La situación es desesperante. Zoe llora del dolor y toma ibuprofeno, que a ésta altura ya no le hace nada. Cuesta cambiarle los pañales por el dolor que tiene y, si sigue así, puede terminar con una escoliosis en la columna”.

La fecha límite es en pocos días, el lunes 25 de enero. Quedan pocas horas para que Homero Giles, quien aseguró ser un humanista pero que, hasta el momento, ha fallado en superar la burocracia de su propio organismo, ponga por primera vez la vida de sus afiliados por sobre los intereses de unos pocos y en IOMA, por primera vez en mucho tiempo, se haga lo que se tiene que hacer. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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