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1 de febrero de 2021 | Municipales

Vínculos políticos

Manantiales Club de Mar: La historia de contaminación e irregularidades de Hernán Lombardi

El predio, que era público, fue privatizado en el año 1992 por la familia del ex funcionario de Mauricio Macri. Desde entonces, fue denunciado en numerosas ocasiones por volcar aguas grises sobre el arroyo Lobería y cercar el lugar, dejando sin bajada pública a los vecinos.

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Manantiales Club de Mar es uno de los últimos símbolos perdidos de la glamorosa y decadente década del 90 argentina. Técnicamente hablando, es una unidad turística fiscal que, en el año 1981, fue cedida por la provincia de Buenos Aires al municipio de General Pueyrredón para su uso turístico.

Si bien fue desde sus orígenes de dominio público, su naturaleza tuvo un notable vuelco en el año 1992. Con el boom de las privatizaciones, la familia Lombardi se hizo cargo de la playa e, inmediatamente, procedió a cercarla con un alambre romboidal de 2 metros de alto que aún continúa colocado en su lugar, separando tajantemente la arena de aquellos que pueden pagar de aquellos que no.

En 1996, la familia Lombardi anunció la inauguración de un centro de talasoterapia, una práctica terapéutica basada en agua de mar, barro y otras sustancias, lo que convirtió a Manantiales Club de Mar en el centro neurálgico de la farándula de su época. Actores, actrices, cantantes y mediáticos del momento se alojaban allí durante la temporada de verano.

En el año 2005 comenzaron a hacerse conocer las primeras denuncias de los vecinos sobre el vuelco de aguas grises que salían de Manantiales y que iban a parar directamente al arroyo Lobería, lindero con los terrenos del exclusivo club de mar.

En el 2009 se elaboró un expediente del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), en el que efectivamente se registró la forma en que las mangueras que salían de la cocina de Manantiales Club de Mar volcaban sus desechos en el arroyo Lobería que, casualmente, desemboca en una playa pública habitualmente utilizada por niños y familias. A pesar de lo contundente de las pruebas, ninguna autoridad tomó cartas en el asunto.

En febrero de 2020, y avalados por un reclamo que la municipalidad de Mar del Plata le hizo a la familia Lombardi, una asamblea ciudadana decidió tomar el problema en sus propias manos y abrir la ribera del arroyo Lobería al libre tránsito, quitando 10 metros de alambre romboidal. Ya en enero se había llevado a cabo una marcha en el balneario, exigiendo una bajada de acceso público a la playa.

El pedido no es casual. En el año 2012 fue exigido por la municipalidad, pero la familia Lombardi hizo caso omiso. Poco tiempo después, fueron intimados a crear una bajada de acceso público a la playa en el plazo de 24 meses pero, a pesar de las intimaciones legales, nadie hizo nada.

En diciembre de 2020, una asamblea presentó una presentación formal en el Ente de Turismo (ENTUR), cuyo número de nota es el 750. Se llevó adelante una denuncia sobre un conjunto de irregularidades que vienen ocurriendo en Manantiales Club de Mar, como la falta de cumplimiento de normativas provinciales y la falta de regularización de la utilización del agua, dado que el complejo no cuenta con los permisos de la Autoridad del Agua (ADA). Además, por supuesto, del vuelco de aguas grises sobre un arroyo utilizado por familias.

A pesar de los fundamentos del pedido, ninguna autoridad del ENTUR respondió. Lo mismo sucedió cuando se elevó una nota al intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro. A pesar de ser marplatense de nacimiento y ex juez federal, no demostró interés alguno en resolver el conflicto de Manantiales Club de Mar.

Pocas semanas atrás, y en una actitud harto desafiante, la familia Lombardi dio la orden a un grupo de operarios de volver a cercar con alambrado y volver a cerrar la ribera. Aquel que quiera usarla, debería pagar el cuantioso ingreso al club. Aquel que no pueda, deberá bañarse en el arroyo Lobería, donde su emprendimiento Manantiales vuelca el agua sucia de la cocina.

La movida fue descubierta rápidamente por los vecinos de la zona, que se presentaron en el lugar para evitar que vuelva a ser alambrado. Luego de varias discusiones, intervino la policía y se notificó a la fiscalía Nro. 12 especializada en usurpaciones. Por primera vez, la Justicia les dio la razón a los ciudadanos marplatenses y la fiscal ordenó quitar el alambrado inmediatamente.

Durante los próximos días, la asamblea vecinal llevará adelante nuevas acciones para evidenciar las irregularidades de Manantiales Club de Mar y exigir nuevamente justicia. Lejos de terminar, pareciera que el conflicto que ya lleva prácticamente diez años recién empieza. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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