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Son 92 trabajadores de la comuna berissense que solicitaron un préstamo personal al Banco Ciudad de Buenos Aires pero el ex intendente Jorge Nedela nunca transfirió esos montos a la entidad bancaria, función que le correspondía por el convenio entre las partes para el pago de “cuotas de amortización”. El episodio ocurrió al final de su mandato.
Bajo la carátula “defraudación por retención indebida”, exigen la citación a juicio del ex jefe comunal de Berisso, Jorge Nedela, por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Los demandantes son 92 empleados municipales bajo su gestión -que concluyó en diciembre del 2019-, quienes reclaman haber sido colocados en “situación de morosidad bancaria” por el imprudente accionar del dirigente de Juntos por el Cambio.
El hecho sucedió a finales del 2019 cuando Nedela le retuvo a los damnificados “las sumas de dinero correspondientes a las cuotas de amortización de los préstamos personales tomados por ellos con el Banco Ciudad de Buenos Aires”, señala el expediente judicial. De esta manera, apuntaron contra la responsabilidad del ex mandatario del ejecutivo berissense: “Omitiendo luego transferir esos montos a la entidad bancaria, acto propio de su función a partir de lo que establecía el ´Convenio para el pago de cuotas de amortización de préstamos personales´”.
Dicho acuerdo fue “suscripto” por el propio imputado en representación de la municipalidad de Berisso y el Banco Ciudad de Buenos Aires, con fecha 28/08/2017, “ocasionando con su accionar un grave perjuicio a los empleados municipales”, añadieron. Por otra parte, Nedela declaró su “versión exculpatoria” de los hechos, según esgrimieron desde la parte perjudicada: “Dijo que el municipio que gestionaba siempre tuvo déficit, que continuamente dependían de terceros para poder cubrir las necesidades básicas que permitieran el normal funcionamiento del mismo”.
En esta línea, continuaron: “Agregó que, inevitablemente, al no contar con fondos expeditos para hacer frente a la totalidad de los costos del gobierno municipal, debían retardar pagos, generar renegociación de deudas y en forma permanente plantear estrategias de gobierno”. Finalmente, concluyeron: “Lo cierto es que el dinero que el municipio retuvo y omitió transferir para la cancelación de las cuotas de los distintos préstamos personales no pertenecían al erario público, lo que sellan su suerte adversa”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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