Macri y Awada, en plena crisis matrimonial

La crisis en las parejas en el marco de la pandemia no respeta escalas sociales ni económicas. En nuestro país ya no es novedad que Alberto Fernández y Fabiola Yáñez hace tiempo que no comparten el lecho, y que Fabiola se limita a cumplir las funciones de primera dama, a menudo en soledad.

Lo que no trascendió, hasta ahora, es la crisis que atraviesa la pareja de quien, hasta hace poco más de un año atrás, conducía los destinos de la Argentina. Nada menos que Mauricio Macri.

Según fuentes cercanas al entorno familiar del ex presidente, ya desde el tramo final de su mandato Juliana Awada le habría manifestado su deseo de poner fin a la relación conyugal. Por entonces Mauricio le había solicitado postergar la resolución hasta que concluyera su período a cargo del ejecutivo, a lo que Awada accedió. Pero, una vez fuera de la presidencia, la empresaria textil volvió a la ofensiva, y allí a Mauricio se le habrían agotado los argumentos pacíficos para pasar al de las amenazas.

El último viaje a Qatar en su condición de presidente de la fundación FIFA parece corroborar los trascendidos que salieron del entorno. El 8 de febrero pasado Ámbito Financiero publicó el siguiente comentario: “En este caso, como rara vez ocurre, el ex mandatario nacional viajó solo, a diferencia de su viaje a Europa por sus compromisos con este nuevo rol, cuando había estado acompañado por su esposa, Juliana Awada, y luego aprovecharon para vacacionar en Francia”.

Tal vez sería una observación al paso, ya que es posible que una pareja no comparta sus viajes, aunque sería algo excepcional para el matrimonio Macri - Awada. El problema es que durante el transcurso de ese viaje, el 7 de febrero, Mauricio cumplió años. Y decidió celebrarlo lejos de su grupo familiar.

Mientras que Mauricio apagaba las velitas en Qatar, Juliana Awada no la pasaba nada mal, en compañía de sus hijas y de un grupo de amigos de su edad en la cordillera argentina.

Los trascendidos indicarían además la existencia de un tercero en discordia. Nada menos que un jeque árabe, quien desde hace tiempo estaría deslumbrado por la ex primera dama y habría formulado comentarios en tono amenazador, disgustado por el trato que Mauricio habría estado dándole a su esposa desde que se enteró de su decisión de poner fin a la relación. Las expresiones de este Romeo tendrían muy preocupado al ex presidente.

Como puede comprobarse, nada que sea muy extraño en tiempos de pandemia. Pero, al tratarse de dos presidentes argentinos, confirma que el virus no respeta niveles sociales ni jerarquías. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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