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26 de marzo de 2021 | Cultura

Febrero de 1995

Andrea Prodan y el ojo blindado de Las Pelotas

En su primer viaje a la costa argentina, el hermano de Luca decide filmar a la banda de gira por Gesell y los videos ahora aparecen en YouTube. 

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por:
Juan Provéndola

Mientras Luca Prodan vivió en Argentina, su hermano Andrea vino al país una sola vez. Para entonces ya existía Sumo: “Los vi dos veces en Buenos Aires, en el Einsten, y luego los acompañé en una mini gira por Entre Ríos”, recuerda. Fue a fines de 1982, momento en el que los tres hermanos Prodan (también estaba Michela) aprovecharon para hacer un viaje familiar a las Cataratas de Iguazú, lugar que Luca quería especialmente conocer. De regreso a Posadas para tomar el vuelo hacia Buenos Aires, los Prodan aprovecharon e hicieron una escala en San Ignacio para ir a las ruinas jesuíticas.


Andrea y Luca en el Einstein.

Andrea Prodan regresó a Argentina años más tarde y pudo conocer otro de los fuertes geográficos del país: la Costa Atlántica. En ese entonces Luca ya no vivía, Sumo estaba desarmado y Las Pelotas (uno de los dos grupos originados tras la disolución) tenía unos shows por Villa Gesell. 

Además de conocer las playas locales, para Andrea significó también la posibilidad de echar a andar su interés y conocimiento sobre la realización audiovisual. “Había comprado una cámara hogareña y venía con el lujo de pasar del Súper 8 a algo más barato, como era la cinta de una filmadora común, no tan profesional. Así que aproveché y registré no sólo el show de Las Pelotas, sino también momentos de intimidad. Iba por todos lados filmando”, dice Prodan.

“Recuerdo especialmente la curiosidad de estar filmando a Timmy McKern (exmanager de Sumo y entonces de Pelotas) y a su hijo mientras caminaban por la playa en un día ventoso y nublado… ¡Timmy nació en Escocia y esa escena parecía muy de su país natal, más que de una playa argentina en pleno verano”, recuerda Andrea, quien tras los shows de la banda decidió quedarse unos días más en la zona junto a su pareja de aquel entonces. “Ver años después esas filmaciones subidas a YouTube me pareció alucinante. Me puso contento que sobrevivieran y alguien se tomara el trabajo de hacerlo público. Para eso uno filma, también: para que otro lo pueda ver”.

“En ese verano de 1995 además fuimos a Pinamar, y en Cariló me trataron como el orto tan solo porque entré con una remera. Había un aire a snob de cuarta que me dio nervio. Geográficamente hablando, el lugar era hermoso, por supuesto. La naturaleza era linda. Los humanos, un poco menos”, dice Prodan con ironía. “Gesell, en cambio, no tenía ese problema. Era más canchero y divertido”.

Con el paso de los años, Andrea Prodan siguió conociendo otras localidades sobre el Mar Argentino. “A Monte Hermoso, por ejemplo, fui a tocar con mi banda Romapagana y me encantó”, reconoce. Y ya de novio con una chica de Trelew, descubrió las playas patagónicas: “Fui a Puerto Madryn, Playa Unión y Puerto Pirámides, ¡costas enormes! Lástima que no había un solo lugar para esconderse del sol. Era una tortura. Siempre lo sufrí, soy medio escocés de piel. Por eso terminé viviendo entre las sierras”.

“Una de las cosas más snob de Italia es tener anotada una playita muy exclusiva que nadie conoce. Argentina por lo menos tiene esa playa gigantesca. Aunque también acá hay un poco de eso, playas como “de culto” tipo Las Grutas. Igual soy muy fan del norte de Cerdeña y de las playas de algunos lugares de Italia que amo mucho, porque de chico teníamos un barco con mi familia e íbamos por todo el Mediterráneo buscando lugares en Grecia o Turquía”.

A pesar de vivir en la zona de Traslasierra, cerca de Mina Clavero, en Córdoba, donde el clima es seco y más predecible, Andrea reconoce que el lugar sobre el mar que más le impactó fue Ushuaia. “Me terminó gustando lo extremo, y ese lugar me voló la cabeza. No me metí en el agua porque estaba helada, pero llegar en avión a ese tremendo anfiteatro natural con sus montañas nevadas y barcos industriales me pegó fuerte”. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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