Alberto, de presidente a vocero de Cristina

Pragmático y eficiente en su rol ya blanqueado de presidente testimonial y vocero de Cristina Fernández, Alberto aceptó se hizo el distraído sobre el affaire del vacunatorio VIP y se limitó a hablar sobre el tema del endeudamiento argentino.

"No hay contradicciones con Cristina en la deuda”, aseguró Alberto en su salida al aire en el programa radial de Verbistky “El cohete a la luna”. "Coincidimos en que la deuda que heredamos (con el FMI) es impagable”. Y allí recurrió a su habitual muletilla: “Lo que pasa es que quieren dividirnos".

El presidente testimonial argentino se mostró dispuesto a aplicar el libreto que se le adjudicó, haciendo hincapié en la deuda que dejó el gobierno de Mauricio Macri. Pero, sobre todo, insistiendo en la total armonía que -según él- impera en su vínculo con la vicepresidenta. "No existe ninguna contradicción con Cristina en que esa deuda, en los términos en que está, es impagable".

"No hay contradicciones, nos las quieren imponer, porque hay un deseo muy claro de dividirnos y hacernos aparecer en posiciones contrapuestas, que no son tales”, insistió.

Y por si no fuera suficiente, aclaró: "Son formas de decir las cosas, modos de decir las cosas, pero que en lo sustancial representan exactamente lo mismo", argumentó en referencia al duro discurso de Cristina del 24 de marzo en Las Flores.

En esa oportunidad llamó la atención la afirmación de Cristina: "No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata", mientras que el ministro Martín Guzmán se fotografiaba con funcionarios del FMI en los Estados Unidos en el marco de la renegociación de esa deuda, y sólo unas horas después de que Alberto le asegurara al presidente del Banco Mundial, David Malpass, que “la Argentina honrará sus deudas”.

¿Realmente Alberto cree –o pretende hacer creer- que sólo se trataron de “formas de decir las cosas”? En el medio pasó algo que se le escapó: su capitulación. A lo largo de toda la entrevista el presidente ofició como una especie de divulgador del pensamiento de su vice.

Para tratar de robustecer su argumento insostenible, recordó que "días atrás, antes de que Cristina hablara (en Las Flores), en un acto que hicimos en Almirante Brown, yo le contaba a la gente que este año teníamos que pagarle al Fondo 3.500 millones de dólares y que el año que viene teníamos que pagarle 18.000 millones de dólares, y que año siguiente (2023) teníamos que pagarle 19.000 millones de dólares".

"Semejantes cifras lo único que dan cuenta es de cuánto nos posterga la situación que tenemos con el Fondo”, explicó. Y agregó que "ahí tiene razón Cristina, ¿qué posibilidades tenemos nosotros de pagar 18.000 millones de dólares el año que viene? Ninguna. Si ya nos cuesta mucho pensar en pagar 3.500 millones de dólares este año…".

Para concluir, Alberto sostuvo: "En verdad, lo que estamos diciendo es que la deuda que heredamos, en los términos en que está, es impagable". Y que las negociaciones actuales consisten únicamente en "ver cómo negociar con el Fondo para obtener las mayores ventajas y, en eso, Martín (Guzmán) está trabajando mucho y a mi juicio lo está haciendo bien".

Lo que no queda tan claro es cómo se acomoda el discurso de Cristina, que ahora ha incorporado Alberto, con las seguridades que le dio al presidente del Banco Mundial hace unos días. Ni mucho menos qué es lo que pensarán en el FMI o el ministro Guzmán cuando se enteren de que estuvieron reunidos para ver qué pasa. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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