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28 de marzo de 2021 | Interior

Carlos Caserio lanzó su candidatura

Detonó el Frente de Todos en Córdoba

Las cosas en el Frente de Todos en Córdoba no venían bien. El gobernador Juan Schiaretti –uno de los más hábiles en el doble juego con el macrismo y el peronismo-, y promotor del “cordobesismo” como estrategia para recaudar con ambas manos, se negaba a aceptar las pretensiones del cristinismo en la composición de las listas para estas elecciones.

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La principal objeción de Schiaretti estaba puesta en la renovación de la banca de Carlos Caserio, convertido en su enemigo partidario en la provincia en los últimos tiempos. El gobernador jugaba con su imagen, con el hecho de que el ADN de la provincia es anticristinista, y con su control del aparato estatal, insistiendo en imponer a sus propios candidatos.

La ruptura estaba al caer, y ahora el propio Caserio le dio un empujón decisivo al lanzar su propia candidatura, y espetarle a Schiarettí: "Si rompiésemos el bloque de legisladores provinciales seríamos segunda fuerza". Y, por si fuera poco, le tiró el tablero nacional por la cabeza: "No hay que tener miedo de apoyar a un gobierno peronista”, afirmó.

El lanzamiento de la candidatura del actual senador para su reelección se realizó en el modesto Club Obrero de Córdoba Capital, y la organización correspondió a la agrupación "La Diego Armando". Las imágenes del Diez ocupaban prácticamente todo el salón.

El discurso de Caserio fue, primordialmente, un pase de facturas a Schiaretti, a quien le reprochó su volatilidad y lo instó a apoyar de manera plena al gobierno nacional. Caserio, quien fue ministro de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, ahora será el candidato del cristinismo cordobés.

Del evento participaron más de cien dirigentes de la popular seccional 11 de la Capital, con la presencia de varias figuras del peronismo cordobés, como la concejal Olga Riutort –viuda de De la Sota-, el secretario General de los docentes, Juan Monserrat; los legisladores provinciales Mariana Caserio y Rodrigo Rufeil, y el número 2 del PAMI provincial, Dante Heredia.

"Frente a proyectos gorilas, no tenemos que tener miedo de apoyar a un gobierno peronista”, lanzó, en obvia referencia al gobernador Schiaretti. También realizó reiteradas referencias a De la Sota, y recordó que su espacio cuenta con 11 legisladores de un total de 51 forman parte del oficialismo provincial, Hacemos por Córdoba. "Si rompiésemos seríamos segunda fuerza, pero no nos queremos pelear con compañeros”, adelantó en tono confrontativo.

Caserio no tuvo piedad con Schiaretti. Por ejemplo, le recordó "El presidente le dio al gobierno provincial durante la pandemia más recursos que Macri en cuatro años, pero el gobernador acompaña al presidente cuando quiere", en referencia a la sesión especial que el gobernador negoció con Juntos por el Cambio para ampliar la vigencia de ley de Biocombustibles y que fracasó rotundamente.

También le mandó un disparo por elevación a Martín Llaryora, a quien Schiaretti considera como su heredero natural y que actualmente se desempeña como intendente de Córdoba Capital. "Para nosotros sería mejor ser parte del gobierno de esta ciudad, pero vamos a hacer más fuerza no por él (Llaryora), sino para mejorarle la vida a los vecinos. En tres ó cuatro meses le vamos a dar el Ferrourbano a la ciudad y ése será el aporte del presidente para los cordobeses”, aseguró.

Cada frase de Caserio estuvo destinada a explicitar la viscosa política del gobernador. "Tengo una historia en este peronismo, no me avergüenza ser peronista, el día que me dé vergüenza ser peronista, dejaré la política”, subrayó.

El entorno de Caserio evalúa que en las próximas elecciones habrá una polarización de los votos entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. En algunas provincias –como Santa Fe o Entre Ríos-, la oposición cuenta con grandes posibilidades de imponerse, por lo que la banca de Caserio es clave, ya que si lo reemplazara un candidato de Schiaretti lo más probable sería que terminara jugando con JxC.

De hecho, se considera que es muy posible que el Frente de Todos pierda la elección legislativa también en Córdoba, ya que muchos votantes de Schiaretti se inclinarían por manifestar su anticristinismo. Por eso Caserio desplegará una campaña centrada en tratar de capturar el "voto peronista anti Macri", convencido de la frase bíblica que afirma que “a los tibios los vomita Dios”. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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