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Nuevas tecnologías, nuevos desafíos
Cómo trabaja un traductor profesional
Cada trabajador autónomo determina su propia forma de laborar, más que todo cuando trabaja de forma independiente. Para empezar, el lugar de trabajo hoy en día es cualquier sitio, cortesía del internet de alta velocidad y los dispositivos móviles.
Ya no hacen falta las oficinas, por más que se sigan usando. El horario de trabajo está fijado por las empresas que contratan a los traductores, o bien podría ser de libre elección, mientras que se cumplan con los resultados acordados. Aunque esta característica es decisión de cada quién, es prudente administrarse bien de tiempo para no agotarse ni faltar con el trabajo.
TIPOS DE CLIENTES
Debido a que el trabajo de traducir involucra diferentes idiomas, la mayoría de los clientes suelen venir de distintos países. Ahora bien, esta es no es la única clasificación de los clientes, puesto que también están los directos e intermediarios. Los primeros son los que mantienen una relación cercana con los traductores, es decir, se comunican directamente con él y les plantean sus exigencias. En el caso de los profesionales, éstos entregan su trabajo directamente a ellos, sin necesidad de que exista un mediador o enlace. Además, el pago fluye de los clientes contratantes a los traductores, sin pasar por terceros. Los clientes intermediarios son las empresas o agencias de traducción, las cuales se dedican a conseguir la asignación y eventualmente derivarla a un profesional. Una de las que tiene mejores referencias es https://www.protranslate.net/es/. En cierto modo, conectan al traductor con el trabajo asignado, de manera que todas las partes involucradas en el negocio se beneficien. Vale decir que su rol en la economía es tan importante como la de los expertos en traducciones, debido a que generan puestos de trabajo, pagan impuestos, algunas establecen sucursales en otros países y por si fuera poco, ofrecen un servicio de calidad a las personas.
¿CÓMO ES EL PROCEDIMIENTO LABORAL DE LOS TRADUCTORES?
Como cualquier otro profesional, los usuarios solicitan los servicios antes de que empiece el trabajo. En esta etapa, el traductor debe hacer uso de su criterio para observar bien el encargo que reciba, es decir, las particularidades del texto por traducir. Además, hay que conversar bien las pautas del pago, las fechas de entrega, los medios que se usarán para enviar las comunicaciones, etcétera. Aunque se pueda pensar que al pedir el servicio, uno se puede desentender hasta recibir la traducción, la realidad es que hay que mantener una línea de comunicación abierta, por si acaso el profesional necesita consultar algo. Por ejemplo, si la traducción va endosada de otra manera por cambios de última hora, habría que acordar adecuadamente cómo se va a proceder. No es frecuente que ocurran modificaciones inesperadas, pero uno nunca sabe.
Por último, vale decir que cuando la traducción es demasiado extensa, quizás haya que entregar avances de forma semanal, quincenal o mensual. En todo caso, lo ideal es que cada parte entregada cumpla con los requisitos de calidad, por lo que no pueden ser borradores, con la excusa de que aún no se haya entregado toda la traducción. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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