IOMA le niega la práctica quirúrgica a una trabajadora de la salud con un grave tumor de esófago

Una mujer desesperada viralizó un caso que habla de lo que ocurre con la obra médica asistencial del estado bonaerense. Es uno de los tantos reclamos que invaden las ventanillas del IOMA pero que no encuentra solución.

Laura Nieto es una trabajadora de salud de 49 años de edad que se desempeña en el hospital Sbarra (ex Casa Cuna). "Soy mamá de dos niños y esposa de Juan Carlos Andreoli, de 51 años, empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense", comentó la mujer, que decidió visibilizar su problema para hacer oír su voz.

Nieto, que es técnica de laboratorio, recibió el 30 de marzo una noticia que le cambiaría su vida rotundamente. Ese día se le informó sobre un tumor en el esófago que debía ser operado lo antes posible debido a su gravedad.

Rápidamente decidió iniciar los trámites en IOMA para poder realizarse la intervención. Una vez que obtuvo la orden de cirugía, presentó los papeles solicitados por su obra social: "El 16 de abril le solicito a IOMA (trámite 11-4417003681/21), la autorización para realizarme la cirugía en fundación Favaloro, lugar de referencia para este tipo de tumores dada su complejidad y gran experiencia".

Sin embargo, una operación tan compleja y urgente no podía esperar. Aunque la fecha se acercaba, no recibía la información por parte de sus médicos acerca de la aprobación de la práctica quirúrgica que debía llevarse adelante el 29 de abril. Pasó el tiempo y aún al día de hoy no ha recibido novedades con respecto a su trámite.

"Al día de hoy IOMA no autorizó la cirugía que debería haberse efectuado el 29 de abril. Vista la importancia del tiempo transcurrido en este tipo de patologías, es necesario que la obra social se expida en forma favorable lo antes posible, de manera de extirpar el tumor y proceder al tratamiento posterior", relató Laura Nieto.

Ante este panorama, la afiliada contó que se vio obligada a presentarse en el Instituto de Obra Médica Asistencial con abogados para poder hacer valer sus derechos. Sin embargo, se sabe que ante la posible intervención de la Justicia esto se dilatará y, con esto, su cuadro podría empeorar: es la trampa en la que recaen quienes osan pelear por lo que les corresponde.

La vulneración de derechos propiciada desde la mutual que conduce Homero Giles, que la tiene como rehén ante la obligatoriedad de su afiliación como empleada de un nosocomio estatal, muestra la poca sensibilidad con la que se maneja el IOMA que, aunque maneja millones y millones de pesos, decide hacer la vista gorda ante casos de gravedad. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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