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7 de mayo de 2021 | Nacionales

El gobierno de la polenta

El ministro Cabandié lanzó una campaña invitando a la gente a renunciar al asado

El ministro Juan Cabandié respaldó en las redes sociales la iniciativa de restricción del consumo de carne los días lunes, e inmediatamente fue objeto de críticas y rechazos de parte de las corporaciones rurales y los productores.

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La campaña "Lunes sin carne" había sido impulsada previamente por la Legislatura Porteña. En un video que el ministro subió este lunes a las redes sociales aconsejaba: "Sumate a esta iniciativa. Empiezan los lunes verdes". Así manifestaba su apoyo a una campaña de famosos que promueven dejar de comer carne un día a la semana.  

La iniciativa había sido lanzada por la modelo y militante “verde” Liz Solari. "Todos los lunes te invitamos a reemplazar las proteínas animales por proteínas vegetales. Por el bien de la Tierra y de todos los que vivimos en ella", alentaba en un video. El ministerio de Ambiente se sumó a ella pero, ante las críticas de los productores, decidió dar marcha atrás. 

Ante la requisitoria periodística, fuentes oficiales aseguraron que no se eliminó la campaña, sino que está programada para reiterarse todos los lunes. Y aseguraron que cada semana se emitirá un nuevo video, con un mensaje relacionado con cuestiones ecológicas.

En realidad, "Lunes sin carne" o "Lunes Verdes" es una iniciativa internacional que propone restringir la actividad ganadera a causa de su supuesta emisión de gases tóxicos y fue respaldada previamente, por amplia mayoría, en la Legislatura porteña. Incluso el bloque de Juntos por el Cambio propuso la aprobación de una declaración de interés ambiental.

Quien primero salió a cruzar el video de Cabandié fue el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), que afirmó que en la Argentina "el aporte de la ganadería vacuna a las emisiones totales del planeta es de solo 0,15 por ciento".

"Las afirmaciones que favorecen una ingesta baja de carne son cuestionadas científicamente. La carne es un alimento de alta calidad bien conocido por los seres humanos rico en nutrientes esenciales", asegura el IPCVA. 

La Sociedad Rural, por su parte, resaltó que "la producción, industrialización y comercialización de carnes genera decenas de miles de puestos de trabajo, actividad económica, inversión e ingreso de divisas, y cumple un rol estratégico, ya que es una de las pocas actividades que pueden desarrollarse en prácticamente todo el territorio nacional".

Para concluir: "La producción de carnes en Argentina tiene muy bajo impacto ambiental, puesto que 7 de cada 10 animales faenados se producen a través del sistema pastoril que tiene probadamente un resultado neutro en materia de emisiones".

Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), respondió en forma aún más confrontativa: "Me indigna que el ministro de Ambiente no conozca lo que es la emisión de gases, tendría que saber que la ganadería solo produce el 0,15 por ciento de emisiones totales comparado con el resto de los países ganaderos".

La cuestión ganadera constituye un constante dolor de cabeza para el gobierno de Alberto Fernández. En el relato oficial, “el campo” tiene asignado un rol de “enemigo”. Pero a la vez las exportaciones cárnicas constituyen una fuente significativa de ingresos para las finanzas públicas.

Semanas atrás, el presidente recibió en su despacho a Liz Solari, haciendo gala de su habitual “progresismo” que sólo termina dándole dolores de cabeza. En esa oportunidad, la propuesta de la activista para impedir la instalación de los criaderos de cerdo que China quiere impulsar en nuestro país le valió la reprimenda del gobierno de la potencia asiática. A punto estuvo de caerse una inversión de miles de millones de dólares por la impericia del presidente.

Ahora, la iniciativa respaldada por Cabandié mereció una nueva censura del sector ganadero ¿Se animará a seguir con la campaña el próximo lunes, cuando esta semana se vio obligado a borrar todo rastro de ella de los sitios oficiales?

Un nuevo cálculo errado del gobierno nacional, con marcha atrás incluida. Un procedimiento que desgasta la imagen de la autoridad pública, que parece decidida a continuar disparándose en los pies. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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