Guillermo Coppola, tras su contagio de COVID-19: “Uno a veces comete errores y yo los cometí”

"Mi papá, mi hermano y yo fuimos taxistas. Los sábados papá nos daba el auto, un Chevrolet 51, muy bien lo tenía papá, lo cuidaba mucho. Nos daba sábado por medio el taxi para trabajarlo a la madrugada y le podíamos meter de 12.00 a 12.00, nos lo daba 24 horas. La obligación era dejarlo lavado y con el tanque lleno de nafta. Todo lo recaudado era para nosotros, para la semana", recordó Guillermo Coppola.

Sobre la pandemia el ex manager de Maradona, reflexionó: "Nadie está libre, es un momento delicado en el mundo, algo impensado. En la vida se nos presentan cosas porque la vida son altas, bajas, buenas, malas, pero una cosa así yo no pensé vivir nunca. Nos tocó y digo: uno a veces comete errores y yo los cometí porque me cuidé durante todo el 2020, pero llegó el 31, fiesta de familia".

Y siguió: "No cambia el mundo, pero uno tiene ya esas cosas que uno se sube a una silla los primeros minutos de cada año nuevo para empezar el año más alto. Me convencieron y uno tiene el sí fácil. Familia, amigos, Mar del Plata, aire libre, al lado del mar, carpa grande y me contagié. El 3 de enero di positivo, me hisoparon y tenía 37,8 de fiebre".

"Lo transité bien, fueron 15, 16 o 17 días para que me dieran el alta. Llegó febrero, lo pasé relativamente bien hasta que empecé a tener alguna dificultad con la respiración y me hice unos estudios que son importantes, pero a veces uno no se hace, y me surgió que tenía un problemita en los pulmones, también producto de errores del ayer porque fumé mucho en mi época de bancario", añadió.

Posteriormente, Guillermo Coppola rememoró sus épocas como bancario: "Cuando trabajaba en el banco me acuerdo que llegaba el cliente al banco y uno ofrecía un cafecito o un cigarrillito porque antes se fumaba en todos lados. Bueno, todo eso me llevó a tener una dificultad respiratoria y me internaron el 13 de marzo, estuve quince días quieto internado en terapia intensiva con cierta gravedad".

Y siguió: "Ahora estoy trabajando con la recuperación. Por eso, yo hago radio por teléfono, ahora me llamaron y me están escuchando bien, pero por ahí me agarra esa agitación a pesar de tener una bigoterita de oxígeno y trato de que las charlas no sean muy extensas. Lo estoy trabajando kinesiológicamente para poder superar este temita que estoy teniendo".

Luego hizo referencia al día del Taxista: "Yo en nombre de Jorge, mi suegro, saludé a todos los tacheros. Yo soy del taxi porque te da seguridad, comodidad, subo y bajo, me deja en la puerta de dónde voy, no tengo que buscar estacionamiento, si tengo que hablar por teléfono lo hago con tranquilidad y sin necesidad de cometer una infracción, si llueve me bajo en la puerta de donde voy. Soy del taxi de toda la vida".

Y contó: "Me gusta subir a un taxi y que esté limpio, prolijo, que no se fume dentro del auto, estoy medio pretencioso, que tenga su ventanita un poquito baja. A mí esas cosas me gustan porque mi viejo salía con camisa y corbata. Yo entiendo, estás muchas horas arriba del taxi, pero una remerita, y esto es una apreciación mía, una bermuda y una ojota que se ve, no me parece".

Finalmente, recordó sus épocas de juventud: "Los tiempos cambiaron, las modas cambian. Uno tiene que aggiornarse. Yo cuando iba a bailar en Banfield, había un boliche que se llamaba 'Mi Club', tenía que entrar con saco y frente a la entrada principal cuatro o cinco locales que alquilaban sacos. Había que entrar con pelo corto y en esa puerta de la entrada principal y al frente había peluquerías, hablo de sábados y viernes a las 11.00 de la noche. Hoy la juventud va a bailar más tranquila, en ojotas o short. Antes era un evento ir a bailar". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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