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Havanna se prepara para incorporar trigo transgénico HB4 en sus alfajores
Diversas organizaciones sociales y ambientales se manifestaron en contra del acuerdo entre la empresa argentina Bioceres –especialista en biotecnología agropecuaria– y la reconocida alimentaria Havanna, por el que desarrollarán productos a partir del trigo transgénico HB4. Para los activistas representa una “amenaza” a la soberanía alimentaria.
por:
Adrián González
El pasado mes de octubre, el ministerio de Agricultura otorgó la aprobación regulatoria a la empresa Bioceres de su tecnología HB4 para el cultivo de trigo, un desarrollo científico único a nivel mundial en cuanto a la resistencia a la sequía. La decisión de la cartera nacional se fundó en que, previamente, se había autorizado esta tecnología en la soja, cuyo uso también se instrumentó en Estados Unidos, Brasil y Paraguay, países que junto a Argentina elaboran el 80 por ciento de la producción global de esta legumbre. ¿Pero cómo impactará el trigo transgénico HB4 en los consumidores y en el medio ambiente?
Los primeros en alzar su voz disidente fueron organizaciones sociales y ambientales, entre la que se encuentra la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Bajo el hashtag #ChauHavanna y una imagen modificada de los tradicionales alfajores de la marca con la leyenda “70 por ciento tóxico”, escribieron en su cuenta de Twitter: “¿Sabías que Havanna quiere hacer sus alfajores con trigo transgénico resistente al agrotóxico glufosinato de amonio? Se trata del flamante HB4, el primer trigo transgénico del mundo”.
¿Sabías que Havanna quiere hacer sus alfajores con trigo transgénico resistente al agrotóxico glufosinato de amonio? ❌ Se trata del flamante HB4, el primer trigo transgénico del mundo. Havanna?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#ChauHavanna pic.twitter.com/jknfQf5XG7
— Unión de Trabajadorxs de la Tierra (@uttnacional) May 17, 2021
En cuanto a las implicancias del uso del trigo transgénico, indicaron que “aumenta el uso de agroquímicos más tóxicos que el glifosato, tiene mayor riesgo a la contaminación genética a otros trigos y consolida el poder y la concentración del agronegocio”. En este sentido, concluyeron: “Venimos desarrollando cultivos de trigo agroecológico, sano para quien lo consume y para quien lo produce (…). Necesitamos #LeyDeAccesoAlaTierraYA para cambiar el modelo agroalimentario en Argentina. ¡Ahora es cuando!”.
En la misma línea se manifestó la Alianza Biodiversidad, una plataforma colectiva latinoamericana que reúne a trece organizaciones y movimientos de la región que trabajan en defensa de la biodiversidad. “¡Trigo limpio! ¡Con nuestro pan no!”, esgrimieron junto al informe titulado “El pan en manos de las corporaciones” que pertenece a la serie “Amenazas a la soberanía alimentaria en Argentina”. Entre los argumentos por los que se posicionaron en contra del trigo transgénico, además de los señalados por la UTT, detallaron: “Un nuevo veneno estará presente en el pan nuestro de cada día y no queremos consumir alimentos transgénicos”.
Además, agregaron que “aumenta la presión por la privatización de las semillas”. Por otra parte, impugnaron el sustento empresario que sostiene que el HB4 es una “tecnología opcional”, al mencionar sus niveles de toxicidad: “Existen muchas evidencias que demuestran el altísimo riesgo de contaminación genética, tanto por el polen como por los granos mezclados en centros de acopio, industrias, etcétera”.
También, con respecto al problema de la sequía y la crisis climática, explicaron: “Entendemos que la transgénesis es una falsa solución, que intensifica las causas de la crisis. Las soluciones están en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por medio de la transformación radical de los sistemas agroalimentarios”.
Finalmente, vale aclarar que Argentina se convirtió en el primer país del mundo en aprobar –parcialmente- el trigo transgénico, a la espera que se transforme en definitivo según lo autorice también Brasil, el principal importador del trigo nacional. Dicha resolución podría tener lugar el próximo 10 de junio y, mientras tanto, las posturas disidentes visibilizarán esta polémica tecnología que atenta contra la salud, la biodiversidad y el ambiente que promete empezar con un alfajor y extenderse al pan, los fideos, las galletitas y otros alimentos compuestos por trigo. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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