Interior
Pandemia y grieta
COVID-19: Escenario dramático en Mendoza
La grieta sigue definiendo las decisiones sanitarias en medio de la pandemia. A contrapelo de lo dispuesto en el último DNU del gobierno nacional, el gobernador Rodolfo Suárez (UCR/JxC) adelantó que la provincia de Mendoza no acatará el confinamiento previsto para el 5 y 6 de junio.
No es la única medida de confrontación con las directivas de Nación: pese a presentar indicadores sanitarios alarmantes, las clases presenciales se reiniciaron este lunes. “Lo dijimos anteriormente y lo que decimos lo cumplimos, que íbamos a estar nueve días en fase 1 y que vamos a seguir luego en esta situación con las restricciones provinciales”, afirmó Suárez.
"Otra vez volver al confinamiento implicará que perjudiquemos a muchos sectores, porque serían tres fines de semana cerrados y hay muchos restaurantes donde se da trabajo a mozos y cocineros, entre otros. Eso podría implicar que luego no puedan abrir”, argumentó.
Si bien JxC se manifestó en conjunto en contra de las restricciones –sobre todo las referidas a la presencialidad educativa-, las recientes encuestas, que muestran una caída de más de 10 puntos de la imagen de Alberto Fernández a consecuencia de los últimos anuncios, terminaron de convencer a la oposición de la conveniencia de profundizar su diferenciación.
Suárez aseguró que el gobierno nacional maneja estadísticas equivocadas. "Acá hay un error de datos. El gobierno nacional ha puesto al Gran Mendoza en base a datos de la provincia de Mendoza. La provincia en incidencia de casos, está por arriba de los 500 casos, pero el Gran Mendoza está por debajo".
"Hoy la incidencia que tenemos, que es la cantidad de contagios cada 100 mil habitantes con un límite máximo de 500, en la provincia es de 537 o 538, analizando los últimos catorce días. Pero en el Gran Mendoza estamos por debajo de 500, estamos en 470. En el Valle de Uco es alto y lo fue en el sur, sobre todo en Alvear", precisó.
El gobernador mendocino salió así a confrontar con el presidente Alberto Fernández, quien afirmó que Mendoza, Córdoba y CABA estaban "jugando con fuego" al imponer un retorno de la presencialidad. “Nosotros con presencialidad en las escuelas tenemos los mismos picos que lugares con un confinamiento más estricto o más duro, que afecta a la economía y a las personas en el aspecto psíquico y psicológico”, aseguró Suárez.
Para concluir afirmando que “el año pasado, en Argentina se cometió el grave error de tener las escuelas cerradas todo el año, con una educación virtual que no llega a todos los chicos, porque los sectores vulnerables tienen mucha dificultad para acceder a ese tipo de educación”.
La desobediencia de algunos gobernadores de las principales provincias argentinas pone en cuestión la efectividad de las decisiones adoptadas por el gobierno nacional para combatir la pandemia, con la paradoja que luego se le facturan el incremento de contagios y de muertes cuando su estrategia no consigue desplegarse.
Pero también está claro que esos gobiernos provinciales expresan el punto de vista de buena parte de la ciudadanía argentina, que se encuentra enojada y desconcertada frente a la crítica situación económica y epidemiológica que atraviesa nuestro país. Y, sobre todo, de la preocupante debilidad de una gestión que no consigue hacer cumplir sus decisiones, trayendo a la mente el zigaueante tramo final de los gobiernos de Arturo Illía, Raúl Alfonsín o Fernando de la Rúa. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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Alberto Fernández, Mendoza, Rodolfo Suárez, Coronavirus, Cuarentena, COVID, Segunda Ola¿Qué te parece esta nota?