La gestión de Kicillof quedó al borde del default

Los acreedores se retiraron de las llamadas “conversaciones restringidas” con las autoridades del gobierno de la provincia de Buenos Aires, tras considerar que “a pesar de satisfacer las demandas de Axel Kicillof de reducir los pagos del servicio de la deuda” no hubo un avance de parte de la gestión oficial.

La decisión de quienes sostienen la deuda bonaerense deja a la provincia al borde de un nuevo default, en medio de una de las crisis económicas y financieras más importantes de los últimos tiempos. Desde gobernación, se lanzó un tibio comunicado expresando que persisten las diferencias y que “la solución requiere de dos partes, dado que la provincia sola no puede resolverlo sin la voluntad de los acreedores, que hoy parece no estar”.

En lo que se consideró un nuevo fracaso en las negociaciones por parte de Kicillof y de su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, la gestión provincial volvió a fallar en su intento de cerrar un canje de deuda que se presenta como clave para el curso de la economía bonaerense durante el 2022.

Como último recurso, Kicillof volvió a extender la negociación hasta el día 18 de junio, pero todo da a entender que los bonistas no se sentarán a la mesa por considerar que el gobierno K no está dispuesto a negociar condiciones de pago y que no hace más que “ensayar juegos tácticos” con los tenedores de bonos.

En este sentido, la acumulación de la deuda con los acreedores más el parate económico de casi un año y medio a raíz de la cuarentena dejó a la provincia en una situación económica más que delicada. Al respecto, los bonistas advirtieron que continuarán con los reclamos legales y que, de no encontrar una posición conciliadora por parte del gobernador, harán efectivo el pedido de default. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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